-¡No cambies!
-¡No lo haré!
Contestó. Lo hizo sin mover los labios. La voz había salido de su interior. Se le había adelantado por tan solo dos segundos.
La mujer sonrió...
Por primera vez, había escuchado "su otra voz"
La mujer sonrió...
Por primera vez, había escuchado "su otra voz"
Autora Verónica O.M.
Joder que profundo lo que dices. La verdad es que no sé si me he enterado de mucho. Eso de que no cambies y de su otra voz, hasta da miedo jajaja. Bueno yo ahora no, pero de más joven me hablaba a mí mismo, y hasta cogía unos mosqueos que pa qué te cuento. Vamos que no me podía llevar la contraria.
ResponderEliminarBesos Verónica.
Para Rafa Hernández
ResponderEliminarSeguro que si te has enterado, jaja.
Solo es un micro Rafa, no te va a comer. Y además si de más joven te hablabas a ti mismo, este escrito casi da risa, jaja
Besos, muy buena noche
Qué grato es escuchar la voz de la conciencia, la que sale natural sin necesidad de inventar un embuste.
ResponderEliminarUn besote Verónica.
Para Teresa
ResponderEliminarEs cierto Teresa, y esa voz no engaña. Aunque hay, quien hace oídos sordos a ella. Quizás, por no querer escuchar lo que no les gusta.
Besos