Un barco a la deriva
serpentea por las aguas
y las estáticas rocas
esperando sin saberlo
el estruendo y triste final.
El barco se hace añicos
y por los aires
saltan astillas y otras cosas,
pero lo peor de todo
son sus inocentes víctimas
que ya no podrán soñar jamás
con disfrutar de nada....
No, no os asustéis, es una pesadilla.
Verónica O.M.