Alegría era una mujer triste, nunca sonreía y a su edad que no era tanta siempre estaba amargada. Para ella la única nota discordante era su nombre, no se sentía bien con él. Así que decidió cambiárselo por otro más acorde.
Dejamos un rato a la mujer para conocer a otra.
Dolores era una mujer feliz con apenas nada, era tan risueña que al estar un rato con ella te contagiaba su buen humor. No estaba muy de acuerdo con su nombre, en realidad nada le pegaba, así que decidió cambiárselo también.
Las mujeres se encontraron cuándo ambas iban a pedir información de si se podía hacer aquello viable. Y fue en el Ayuntamiento de su ciudad.
Estaban sentadas en una gran sala. Al poco y por una tontería entablaron conversación. Y cómo no... Se dijeron sus nombres.
Dolores llevaba la voz cantante, la otra al principio se resistía a reír pero le duró poco, después ya lo hacía con ganas. Se dio cuenta de que su nombre no estaba tan mal. Y se lo confesó a la otra al despedirse. Ya no quería cambiárselo.
Dolores esperó su turno...
Ya tenía claro cómo le gustaría llamarse.
Al poco las mujeres volvieron a encontrarse.
Se echaron a reír cuando la antigua Dolores le confesó que había elegido su nombre.
Las carcajadas de ambas se escucharon a mucha distancia...
Autora Verónica O.M.
Una breve definición de este nombre buscado en internet...
El nombre de Alegría no ha sido un nombre muy común, salvo en las localidades donde se rinde culto a la Virgen de la Alegría.
Alegría es una elección perfecta para padres que buscan nombres poco usuales pero que no quieran caer en la extravagancia. Alegría es un nombre diferenciador y que resulta familiar a su vez. Además destaca por su agradable sonoridad y su gran poder simbólico.
Para los amantes de la Naturaleza, también existe una planta decorativa con este nombre.
Variaciones en otras lenguas: Allegra (italiano).