sábado, 30 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 11

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°11 novela


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A las ocho de la tarde, Jorge se presentó en el piso de Maite, estuvo tentado de no ir, pero a última hora decidió que si quería quedar bien era obligado hacerlo.

Llamó al timbre, al instante Maite le abrió la puerta, y no tenía muy buena cara que digamos.


-¡Pasa Jorge, cariño!
Al entrar se dieron un beso en los labios.

-¿Qué te pasa, Maite?

-¡Nada! 

-¿Como que nada? Si se te nota a la legua.

-Si te lo digo te echarás a reír.

-Anda, dímelo.

-Últimamente, están pasando cosas muy raras.

-¿Como de raras?

-Ya sabes. Lo del otro día, lo de hoy en el ambulatorio, y además para rematarlo se me estrelló una botellita de body milk en las baldosas del lavabo, y te aseguro que yo no lo hice.

-¿Y entonces quien fue?

-¿Tu piensas que puedo estar loca?

-Pues claro que no, tontina, lo que estás es muy rica.

-¡Mira que eres exagerado! ¿Lo dices de verdad?

-Claro que si. Entremos en el dormitorio que te lo voy a demostrar.

Jorge se desnudó y metió entre las sábanas, Maite hizo lo mismo.

Antes de entrar en acción, el espíritu que los estaba observando, se cabreó al verlos a punto de...
Arrancó las sábanas de la cama, las tiró al suelo, y las pisoteó.
Claro está, que ellos esta parte no la podían ver,  pero si lo que había pasado y se asustaron bastante.

Jorge, con su sexo ya encogido, y ella un tanto  histérica, decidieron dejarlo para otro día.

El espíritu contentísimo, saltaba de alegría
-Bien, bien, bien, ja, ja, ja.

Autora Verónica O.M.
Continuará

jueves, 28 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 10

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°10 novela       


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Maite ya había llegado a su hogar, iba feliz por un lado y cabreada por el otro. Feliz, porque Jorge la había perdonado, y cabreada por haber tenido que salir de la consulta de estampida. 
Últimamente estaban pasando cosas un tanto extrañas y desde que su marido había fallecido.

Se duchó nada más llegar, y pensó que Jorge más tarde vendría para estar con ella ya que se habían quedado a medias.

Pobre ilusa, a medias con ella, pero...

Ya duchada y secado su cuerpo, se puso una loción muy hidratante en todo el cuerpo, se había puesto más de la cuenta y se quitó el exceso con una toalla.

Mientras tanto Manuel en su estado de espíritu, la miraba y pensó que estaba bastante apetecible, aunque  ya nada podía tener con ella. Se enfureció consigo mismo y dio una patada a la botella de loción que salió disparada por el aire y dejando las baldosas del cuarto de baño bien pringadas.

-¡Me voy a volver loca, no se lo que me está pasando! ¿Estaré sufriendo alucinaciones?
Tocó las baldosas y   efectivamente estaban pringadas. Se preguntó que como había podido pasar si la botellita la había puesto encima del lavabo.

Manuel al darse cuenta que Maite se estaba preocupando
-¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja! Qué bien me lo paso. Esta como se descuide va derechita al manicomio y  el medicucucho calentorro también, aunque a diferente pabellón que de eso me encargo yo...
Autora Verónica O.M.
Continuará

miércoles, 27 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 9

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°9 novela

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La vieja sin pudor alguno se medio desnudó, había que verla lo rápidamente que lo hizo, parecía como si de aquello dependiera su vida.

El médico interiormente se hacía cruces.

-¡Que bajo he caído, Dios mio!

Isabel estaba encantadísima, nunca lo había hecho con alguien a quien llevase tantísimos años.

-¡Isabel, se acabó ya! Alguien puede entrar y pillarnos aquí liados.

-¡Pues asómese despacito, para ver si hay alguien en la sala de espera!

El médico, echaba chispas por dentro, pero disimulando tuvo que hacer caso a la vieja. Asomó la cabeza, y antes de apartarla, Isabel a su vez la asomó también, no quería que el médico se la diese con queso.

Y como no había nadie esperando, el médico tuvo que cumplir con ella, le gustase o no. 


¿Y tu... qué piensas de eso?

Ya acabados del todo, lo que se dice del todo, Isabel abrió la puerta dispuesta a marcharse.  Pero antes de hacerlo, sentenció. 

-¡Volveré, doctorcito!
Cerró la puerta con mucha delicadeza, y nada más cerrarla.

-¡Que asco, por Dios!
Dijo el médico, y marchó deprisa hacia el lavabo, para quitarse aquel olorcillo que se le había quedado a vieja (mis respetos a todas las mujeres) Eso lo piensa él.

Autora Verónica O.M.
Continuará 

lunes, 25 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 8

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°8 novela

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La vieja entró en la consulta, el médico detrás de ella cerró la puerta, se sentó enfrente disimulando lo mejor que pudo y supo, carraspeando preguntó...
-¿Qué le pasa, Isabel?

A la mujer casi se le había olvidado a lo que había venido.
Y con su idea fija en la cabeza sonrió al médico, que a su vez se empezó a impacientar ante aquella sonrisa tan fuera de lugar.


-¿Se encuentra usted mal, Isabel?

-¡Si! 
Dijo, levantando demasiado la voz

-¿Qué le duele?

-¡El pecho! 

Pegó un tirón de la mano del médico, y la llevó dónde supuestamente le nacía aquel dolor.

Jorge estaba deseando, que acabase su jornada de aquel día.
-¿Le duele aquí?

-¡Si, y aquí también!
La mujer, ya sin vergüenza alguna le señaló hacia dónde l@s mal pensad@s suponen.

-¿Qué pretende, Isabel?

-Está muy claro doctor, quiero que me haga el amor, como a la que ha huido por el pasillo, que un poco mayor si que soy pero no tonta.

-¿Ya sabe usted lo que me está pidiendo?

-Claro, doctor. Le repito, que quiero que me haga el amor, creo explicarme bien.

-¿Y si no quiero?

-¡Me voy de la lengua! Así que usted verá, creo que tiene más que perder, que ganar.

El médico ante aquello no le quedó más remedio que aceptar, aunque antes arrimó una silla a la puerta, no fuera a ser que alguien los sorprendiera.

Mientras tanto, Maite  bastante cabreada iba camino de su casa, a su lado como siempre el espíritu de su difunto que la acompañaría por mucho tiempo. 

Autora Verónica O.M.
Continuará 

NO QIIERO IRME TODAVÍA 7

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N° 7 novela
                                               

Manuel estaba mirando como se lo montaba su sufrida viuda y el medicucho aquel.
Cuando de pronto notó como un foco de calor detrás de él, se volvió y encontró al diablo con cara de pocos amigos. Lo había pillado in fraganti.

-¡Hola, Manuel! Una vez que vengo a ver como inviertes tu tiempo, te encuentro sin hacer nada, y no solo eso si no que veo que haces de mirón. ¡Es increíble! Si sigues así ya sabes que te llevo al infierno conmigo. Lo que tienes que hacer, y eso ya te lo dije, es hacer maldades, maldades, y maldades.

-¡Es que quería saber, como se lo montan estos dos! La de veces que se lo montarían aquí, por eso mi mujer venía tanto a visitar al médico, que si me duele la espalda, que si estoy resfriada....

Pero quien se murió fui yo.

-¡Es que tú estabas enfermo y ella no!

-¡Hay que joderse!

-¡Pues a joderse toca, ja,ja,ja! Ah, y ya puedes poner aquí orden, que esto es una verdadera vergüenza.

Manuel, haz algo que me vaya satisfecho.

Y coaccionado como estaba por el diablo, no se le ocurrió otra cosa que abrir la puerta de la consulta. La mujer que esperaba su turno, fue espectadora de lo que allí dentro sucedía.

El diablo cambió de semblante
-¡Eso ha estado muy bien, me voy más contento!


Maite y Jorge, al darse cuenta se taparon sus partes nobles, el médico de un empujón cerró la puierta, e hizo salir a Maite por el pasillo, para no tenerse que cruzar con aquella que todo lo había visto.
Con más compostura, salió y llamó a la mujer.
-¿Isabel García?

La vieja se levantó de su asiento con cara maliciosa. Si no le hacía lo mismo a ella se iría de la lengua.

Autora Verónica O.M.
Continuará 

SE COMPONE DE 25 CAPÍTULOS 

viernes, 22 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 6

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°6 novela
                                     
Por la mañana, después de haber descansado más mal que bien y debido a sentir en sus pies un peso constante, (el espíritu se echó encima de ellos) Maite decidió que tenía que ir a ver a Jorge, el médico hacía las urgencias aquella semana, solo tenía que personarse en el ambulatorio si quería verle, pues de él no sabía nada.
Sus encuentros eran en la misma consulta médica, al no tener  enfermera, algún achuchón que otro se daban allí mismo.
La mujer no sabía que con otras hacía lo mismo.

No quiso arreglarse demasiado  exteriormente para guardar las apariencias, pero si interiormente que era lo que a ella le importaba para seducir al médico y que cayera rendido a sus pies.

El espíritu la miraba y le daban ganas de hacer alguna de las suyas pero se contuvo. La dejaría ir al ambulatorio y allí se enteraría bien de con quien había estado casado tanto tiempo.

Y salieron a la calle, la mujer sintió frío y se subió el cuello de su abrigo hasta las orejas. El espíritu no lo sentía, ni le dolía nada. Jamás se sintió tan bien.

Al llegar al mostrador, Maite dijo a la administrativa que la atendió que se encontraba mal. Fingió tener más frio del debido, como si estuviera tiritando.
Seguidamente se dirigió a la sala de espera, el espíritu siempre a su lado, y se sentaron dispuestos a esperar que llegase su turno.
Solo habían dos personas, esperaría que se marchasen ambas, a continuación entraría ella, miedo le daba la reacción de Jorge, pero confiaba en ella misma.

Al salir la segunda mujer, y sin dar tiempo a que el médico saliese a llamar, Maite entró de sopetón y con ella el espíritu, al cerrar rápidamente la puerta un poco más y le coge la mano chamuscada.

-¡Mira que eres bruta, ten cuidado con mi mano, joder! No sé, ni para que hablo, si no me escucha, esto de ser un espíritu es muy extraño.

El médico al verla andó unos pasos hacia atrás, parecía que todavía debía de dolerle semejante parte.
-¿Qué haces aquí?

-Vine a pedirte perdón. ¿Me podrás perdonar?
Diciendo esto se desabrochó el largo abrigo, debajo solamente llevaba un sujetador y un tanga semitransparente.


El hombre sin poderse resistir a sus encantos, la dejó acercarse a él para que lo besara.

-¡Mira que eres sopla gaitas, medicucho de pacotilla, y tú Maite, una guarrindongaaaa.

Dijo gritando. 
Cogió el rollo de papel que había al lado de la camilla, y empezó a esparcir metros y metros por el suelo.

Jorge y Maite alucinaban...

Al momento se olvidaron del papel, y allí mismo en la consulta tuvieron un cortito affaire.

El espíritu los dejó hacer y a pesar de no gustarle en absoluto.
-¡Ahora haré de mirón! Si me gustará y todo...

Autora Verónica O.M.
Continuará 

miércoles, 20 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 5

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°5

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Al rato de marcharse Jorge, la mujer ya estaba arrepentida de haber respondido de mala manera. Analizó desde todos los ángulos lo que había pasado desde que el hombre entró en su vivienda, pensó que cuándo él cayó al suelo fue de lo más extraño...

Ella tampoco vio que su amante la pegase. ¿Cómo pudo hacerlo sin ella haberlo visto?

Debería ir a pedirle perdón, pero después de la bofetada, y sobre todo de la gran patada en sus partes, era muy violento personarse en el ambulatorio, él no querría verla y a su pesar lo entendía.

Pensó en que mañana sería otro día, así que volvió al dormitorio, y ella sola intentó acabar lo que Jorge había empezado, ya sabía que no sería lo mismo, pero sería mucho mejor que nada.

Estando en la labor sintió una gran corriente de aire, se había abierto la ventana de golpe, no le quedó más remedio que dejar lo que estaba haciendo e ir a cerrarla.

El espíritu del difunto disfrutaba de lo lindo siendo tan impertinente. Aunque ahora la dejaría tranquila un rato, para saber como se lo montaba ella solita.

Nunca imaginó que Maite hiciera esas cosas, estaba visto que no sabía de ella nada más que lo justo, y quizás ni eso.

La mujer intentaba hacer el menor ruido, sin saber que allí delante estaba el espíritu de su difunto, mirándola. 
Acabada la faena fue a ducharse.

El espíritu viendo lo visto se había hecho muchas cruces, después se acordó de que  había hecho tratos con el diablo y se las quiso limpiar.
Nunca pensó en ser tan malo...

Maite no tenía hambre, así que se acostó. Dejó abierta la luz de la mesilla de noche, ya que últimamente no le agradaba la oscuridad.

-¿Desde cuándo? Desde que había enviudado.

El espíritu se puso a sus pies, cuándo ella se durmiese la haría cosquillas en las plantas de los pies.
Y eso mismo ocurrió... 
Sintió las cosquillas y se despertó dando patadas como una loca, 

En toda su vida el difunto se lo había pasado tan bien.
-Estoy como un chavalín con zapatos nuevos ja,ja,ja. La dejaré dormir que me huelo que irá al ambulatorio a disculparse.
Me lo voy a pasar pipa con ellos, ja,ja,ja.
Autora Verónica O.M.
Continuará 

lunes, 18 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 4

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°4 novela


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Por suerte para Maite todo ya había pasado, su difunto ya descansaba en el cementerio al que pensaba ir muy poquito, argumentando que era incapaz de imaginarse que se había ido para siempre y no poder verlo más.

Sus vecinos la creerían, ya que a ojos de ellos habían sido un matrimonio modélico. 

La vida empezó de nuevo sin él. Había dejado caer en el vecindario que estaba muy depresiva, apenas se arreglaba para salir a la compra porque había que guardar las apariencias.

Sus vecinos, no pensaron mal cuando vieron al médico entrar en el piso, sin duda ella necesitaba de sus cuidados ya que la pobre parecía estar pasándolo muy mal.

Cuando el hombre entró en la vivienda, Maite se desmelenó, lo esperaba maquilladísima y con un salto de cama color negro y transparente y un diminuto tanga a juego.
Eso si, todo muy en silencio, no quería que los vecinos se percatasen de nada.


El espíritu, se puso de muy mala leche al ver tanta desfachatez delante de sus narices.
-¡Os vais a enterar! 

¿Qué se le ocurrirá a este espíritu? ahora lo sabréis.

El médico, de nombre Jorge, acariciaba a la mujer y ella se retorcía de placer.
Maite a su vez, le hacía unas cositas que nadie jamás se las había hecho. Estaba encantadísimo de tener a su entera disposición una hembra viciosa como aquella.
Y estando tan acaramelados... sintió como si alguien lo hubiese empujado fuertemente, el hombre cayó de la cama y dio con su  nariz en el duro suelo, empezó a sangrar poniéndolo todo manchado de sangre.


La mujer se bajó corriendo de la cama, para ver que le había pasado.

-¿Jorge, estás bien?

-¡Alguien me ha empujado!

-¡Que cosas dices! Aquí no hay nadie más que nosotros, eso es imposible.

Fueron hacia el cuarto de baño, se lavó la cara y puso algodón en sus fosas nasales, estaba un tanto cómico al sobresalirle de ellas un poco.

El espíritu, no paraba de reir ja,ja,ja,ja.

Y de nuevo marcharon hacia el dormitorio, el hombre ya no se fiaba.


-Espero que no me dejes a medias otra vez.

-No ha sido por mi culpa, mujer.

-¡Ay estos hombres, que blandengues son!

Empezaron todo el ritual de nuevo, al poco rato fue la mujer la que sintió como si alguien le diese un fuerte bofetón.

¿Pero como pudo ser, sin ella darse cuenta?
-¿Pegas a las mujeres? ¡Eso no te lo pienso consentir!


-Maite, yo no he sido.

-¿Y entonces quien fue? No me hagas reír.
La mujer, con la cara desencajada le dio un fuerte bofetón y una gran patada en semejante lugar.

El hombre se retorcía de dolor, estaba deseando salir de allí y  se vistió como pudo, pero antes de irse.

-Estás loca. ¡Aquí se acaba todo entre nosotros, no me esperes nunca más, ninfómana!

El espíritu se reía a carcajadas, se asombraba que no pudieran verlo, ni escucharlo.
Autora Verónica O.M.
Continuará 

viernes, 15 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 3

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°3 novela

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                                                  A
 los pocos minutos de marcharse el diablo, Manuel descansaba en la cama y ya jamás despertaría.
No sufrió, ni le dio tiempo a darse cuenta que se iba, el diablo sin duda le ayudó a ello. 
Murió y al momento se dio cuenta que salía de su cuerpo. Se observó a si mismo allí durmiendo para siempre. Pero sin embargo él estaba allí de pie y nada le dolía.

Vio a Maite entrando en la habitación, y la cara de felicidad que se le quedó al verlo tieso.
-Anda Manuel, ya estás en el otro barrio, ja,ja. ¡Ya era hora, hombre!

Mientras tanto Manuel en su nueva vida de espíritu decía sin ser visto ni escuchado.
-¡Hija de puta!

Cogió su teléfono móvil y buscó en la agenda el número del médico al que llamó a continuación.
-¡Ya se ha muerto, mi amor!  ahora podremos estar juntos. Cuanto antes se lo lleven de aquí mejor.

-Se comedida, Maite. Que no se te note lo contenta que estás, pica bastante cebolla, que los ojos se te pongan bien rojos. Dentro de un rato estaré ahí con un colega forense.


Mientras tanto Manuel hacía sus propias conjeturas, su mujer y el médico se entendían, eran lo peor de lo peor. Ya verían estos dos...
-¡Me las vais a pagar!

La mujer hizo lo que su amante le aconsejó, los ojos los tenía rojísimos como de haberse hartado de llorar. Y así lo creyó el otro.

-¡Está muerto!
Certificaron los dos.

-¿Cuando se ha quemado la mano?
Preguntó el forense.

-¡No sé!
 La mujer no sabía que contestar ante aquello, era muy extraño ya que apenas se podía levantar sin la ayuda de ella.

En un plis plas sacaron a Manuel de la casa, con la ayuda de los del seguro de muertos que tenían desde que se casaron.

Al día siguiente, se desharía para siempre de él enterrándolo.

Aunque no sería así del todo, Manuel se acomodó en el sofá dispuesto a que llegase su momento para empezar a vengarse.

-¡Te vas a enterar Maite, y tú  medicucho de pacotilla! Y yo como tonto contándole nuestras intimidades a semejante sinvergüenza, sois tal para cual. Ni por la cabeza se me podía pasar esto.
Continuará
Autora Verónica O.M.

BUEN FIN DE SEMANA 

miércoles, 13 de junio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 2

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°2 novela
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Maite dejó de cantar un momento. Escuchó hablar a alguien y supuso que era Manuel que la llamaba.

-¿Estás bien amor? Si me necesitas ahora mismo voy, pero será cuando me seque las manos.

Manuel a continuación y muy rápidamente alzó la voz lo poco que pudo.
-No es necesario, Maite. Hablaba solo y estoy bien.

-Vale, amor. Voy a seguir fregando.

-¡Mira que es pesada!
Dijo en voz muy baja y para que no se percatase de que tenía aquella extraña visita en la habitación.

-¡Parece, que no la quieres demasiado!
 Afirmó el diablo con cara de felicidad

-La quería a mi manera. Pero me enteré que me voy a morir, y me da rabia cuando me dice mi amor en ese tonito, que me imagino es porque sabe que las voy a palmar muy pronto y se va a deshacer de mi. Si mis fuerzas me lo permitieran a esta le iba a amargar mis últimos días. Pero hay que joderse hasta el final.

-¡Mira que eres malo! Si te hubiese conocido antes tú y yo hubiéramos sido muy buenos amigos te lo aseguro ja,ja. Y como no tengo todo el día... que debo visitar a otros medio moribundos. A lo que he venido.
Mi trato es el siguiente: Cuando las palmes te podrás quedar en tu casa, tu mujer no te verá ya que serás un espíritu, y por lo tanto in-vi-si-ble, podrás resarcirte de tu muerte haciendo maldades. ¡Pero ojo! en el momento que dejes de hacerlas, vengo y te llevo conmigo. En el infierno te asarás de calor, te lo aseguro, aunque a veces alguna fiestecita nos damos también, pero eso solo en las fiestas que en la tierra son de guardar, pues nosotros en el infierno no las guardamos. ¿Estamos?

-De acuerdo. ¿Y eso de que seré un espíritu? Como viviré? ¿Podré comer? ¿Dormir?

-En cierta manera vivirás, que eso ya es mucho para un palmao, no necesitarás comer, ni dormir, solamente estar alerta, y cuando puedas a hacer maldades. Ese es el trato. ¿Que te parece?

-¡Bien! La verdad es que me gustaría no tener que palmar, pero como eso es imposible acepto el trato.

Al darle la mano al diablo, Manuel sintió una gran quemazón en ella.

-¡Ay iluso! ¿Es que se te ha olvidado que soy el diablo?

Y como vino se marchó.
A Manuel le quedó una sonrisa perversa en sus labios y también la mano derecha chamuscada.
Continuará
Autora Verónica O.M.

NO QUIERO IRME TODAVÍA 1

NUEVA NOVELA 

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N° 1 novela


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El hombre llevaba un tiempo enfermo, al principio no pensó que fuera tan grave ni imaginaba que podía morir tan pronto.

Observaba a su mujer, Maite y pensó que todavía estaba de buen ver, y si él las palmaba seguramente  encontraría a otro que le calentase el cuerpo y  la cama.
Y eso no le gustó en absoluto.

Cada día se sentía peor y casi aceptó que aquel era su destino ya que nada podía hacer por evitarlo.

Una mañana al ir a levantarse tuvo una aparición. Una bestia muy fea vino hacía él. 

Al principio se echó para atrás pero inmediatamente se dio cuenta que no venía a hacerle nada malo. 
Parecía venir en son de paz.

-¿Manuel, sabes quien soy?

-¡Anda, si sabes hablar!

-Menos chuflas, te hice una pregunta. ¿Sabes quien soy?

-¿Eres el diablo?

-Pues claro que lo soy.
Mírame bien por si tienes alguna duda.

-¿Y que quieres de mi?

-Veo que te vas a morir y me parece que no te hace gracia. Así que vine a ofrecerte un trato.

Manuel lo miró a los ojos y los tenía inyectados en sangre. 
Se podía imaginar hasta el rabo aunque lo llevase tapado.

-He observado que te vas con pena de este mundo y como soy muy generoso cuando las palmes te dejaré que vagues por aquí a tu antojo. ¿Que te parece?

Manuel pensó, que aquel diablo estaba completamente chiflado,  pero como nada perdía le dejó hablar y explicarse.

-¿Porqué te vas con pena si esta vida es bastante ingrata?

-Porque dejo sola aquí a mi mujer y pienso que poco tardará en buscarse a otro. Eso me da mucha rabia.

-Parece que tu eres de los mios, ja,ja. Estoy convencido que haremos trato.

-¿Y que me vienes a ofrecer?

-Es largo de contar, así que me sentaré. ¿Puedo?

-Pues claro que puedes. Ven,  te hago un sitio aquí a mi lado.

El diablo se sentó en la cama. Mientras en la cocina se oía cantar a Maite, que estaba muy contenta aquella mañana. 
¿Porqué sería?
Autora Verónica O.M.
Continuará 

viernes, 8 de junio de 2018

SER FELIZ

Necesitaba...
de tantas cosas
para vivir
sin darse cuenta
que le faltaba
su propia estima.

Hasta que un día 
se dijo:
 "Basta 
las cosas no me llenan
debo encontrar 
la manera 
y con menos
ser feliz"
Verónica O.M.