EL LEÓN CREÍDO cuento

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-¡Soy el rey de la creación! -pensaba el león. Voy a buscarme una leona para que me sirva cómo merezco.

Buscó y buscó... ninguna era buena para él. Y ya cansado desistió quedándose sólo el resto de su vida.

-¿Habré sido demasiado exigente?

Su voz interior le susurró al oído
-¡Lo has sido! ¿de qué te ha servido ser así? 

No quiso contestar y empezó a cantar:

Soy el rey de la creación

soy tan bueno

qué ninguna leona

me ha cazado.

Su voz interior le dijo a gritos:

Eres tan tonto

que ninguna leona

ha querido
nada contigo.
Autora Verónica O.M.

PEDRITO ESCONDE ALGO relato

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-¡Pedrito esconde algo!

Dijo la más pequeña del grupo, una niña de once años.

Al momento las niñas (4) hacían un gran corrillo.

La más mayor, una niña de trece años dijo...

-A la de una, a la de dos y a la de tres.

-Qué escondes?

Chillaron todas a la vez.

-¡No puedo decirlo!

-A la de una, a la de dos y a la de tres.

-¿Porqué?

Repitieron todas

-Porque es algo qué me da vergüenza.

-¡Ya sé lo que es!

Dijo la más pequeña.

A la de una, a la de dos y a la de tres.

-¿Qué es si puede saberse?

Le preguntaron a ella.

-¿Qué me dais?

-¡Oye pequeñaja, qué fui yo quien lo escondió.

A la de una, a la de dos y a la de tres.

¿Qué es? -volvieron a preguntar.

-¡Mi colita! estaba practicando hasta qué llegó esta niñata.

La mencionada le sacó la lengua.

Las otras se quedaron con la boca abierta. Y él niño deseando qué aquellas bobas se  marchasen para seguir practicando.

Autora Verónica O.M.

LOS HUEVOS DE ORO

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Eran la comidilla del pueblo

ella una sabiondilla y el

un torero de tres al cuarto

reconocido por sus escándalos

no piensen en ningún momento

que debido a su trabajo

La sabiondilla se dijo que

aquel hombretón para ella

ya que su buen dinero tendría

en el banco y para que otra

lagartona se aprovechase de

excelente situación para ella

que lo encontró primero

Los dos van a fiestas horteras

pero horteras y son la comidilla

debido a su palurdez solo han

dedicado su tiempo el a mal

torear y llevar a la cama a la

última de sus conquistillas

y ella a cazar a un torero

da igual quien fuese y este

pardillo cargará con ella

hasta los restos porque no

se crea nadie que ella matará

la gallina de los huevos

huevos de que? pues de que

van a ser sino que de oro

Y con esas estamos el torero

y la sabiondilla hortera que a

todas partes juntos van

el para presumir de hembra

tan bien formá aunque no

dice los cuartos que se dejó

para dejarla de esta manera

y ella para que no se le 
escape la fuente de sus

ingresos no sea que otra

lagartona lo caze y se lo quite

Verónica



PESADILLA... relato y poema

Había estado festejando el cumpleaños 🎂 de su amiga Pilar y en el piso de ella.
Se les hizo tarde charlando de sus cosas, tales cómo maquillajes, ropas y también novietes. Brindaron por los treinta ya cumplidos y Flor salía por la puerta cuándo en el reloj del salón dieron las doce.
Vivía en el mismo bloque y rellano y en la puerta de enfrente.
Nada más llegar se duchó y envuelta en el albornoz se dirigió a la cama.
Sabía qué se había pasado comiendo tarta. Lo dulce la perdía...
Y pasó así la noche.

Un barco a la deriva
serpentea por las aguas
y las estáticas rocas
esperando sin saberlo
el estruendo y triste final.
El barco se hace añicos
y por los aires
saltan astillas y otras cosas,
pero lo peor de todo
son sus inocentes víctimas
que ya no podrán soñar jamás
con disfrutar de nada....
No, no os asustéis, es una pesadilla.
Verónica O.M.

CONFESIONES EN EL PARQUE relato y poema

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Llevaba un tiempo que todo en su vida empezaba a marchar mal. Su amigo más íntimo, Juan, murió de un infarto fulminante.
Fué muy duro para Santiago aceptar que ya nunca más estaría con él. Ya no tendrían aquellas larguísimas charlas que siempre acababan en bromas y en muestras de cariño. Aquello lo dejó bastante  tocado y se preguntaba que porqué tuvo que sucederle aquello a Juan.

Si no era suficiente... se enteró de que la mujer con la qué convivió veinte largos años y que se habían separado no hacía mucho, se había casado ayer mismo con otro.
-¡Qué poco amor, cuándo ya otro ocupa tú corazón y cama!
Y esta misma mañana al ir al trabajo... su jefe le dice que está despedido, qué no puede seguir pagando su sueldo y el de otros empleados y que ya tiene suficiente con poderse ir manteniendo él para ver si evitaba tener que cerrar el negocio. Después de prometer y prometer qué si la situación cambiaba lo volvería a contratar.
Se sintió tan agobiado qué no sabía si llorar, reír o ponerse a gritar.
Se marchó cabizbajo caminando hacia el parque. Tenía ganas de descargar todo aquello que le estaba haciendo tanto daño. 
Al fondo y sentada en un banco había una persona. No se veía a nadie más y hacia allí se dirigió. Cuándo se iba acercando la mujer se levantó dispuesta a marcharse.

CONFESIONES EN EL PARQUE  POEMA

¡ No se vaya

por favor,

necesito

conversación!

La mujer

lo miró

y con gran 
esfuerzo

de nuevo

se sentó.

Mi amigo

tan querido

de un infarto

ya murió.

Mi exmujer

ayer con otro

se casó.

Y mi jefe

malnacido

a la calle

me echó.

La mujer

de soslayo

lo miró

¡ pobre loco !

compadecida pensó.

Al pasar

el rato

la mujer

se levantó

y él muy triste

preguntó:

¿Volverá mañana

linda flor?

La mujer

conmovida

asintiendo

se marchó

una vieja

apoyada

en su bastón.

Y soñando

con verla

mañana

se quedó

en el banco

tomando

el sol

Verónica O.M.

FANTASMAS relato

Dos conocidos se encontraron por la calle...
Habían pasado varios años desde la última vez que se vieron. Sus nombres Josechu y Andrés.
-¿Qué tal, Josechu?
-Muy bien, Andrés. ¿Y tú?
-Fenomenal. Me tocó la lotería y me compré una casaza qué los vecinos se mueren de la envidia.
-Pues a mi se me murió mi tía soltera y heredé todos sus bienes. Yo era su ojito derecho. Y chico, me ha solucionado la vida. Me compré un cochazo, una casa super grande y me la decoraron por todo lo alto. Nos fuimos la parienta y yo un mes de crucero y estamos pensando en irnos otra vez. Chico, hay que vivir la vida.
Y bla, bla, bla.
Se despidieron con una sonrisa demasiado forzada. Y ninguno se creyó nada de nada.
Autora Verónica O.M.

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JULITA, LA HIJA DEL MAESTRO

Julita era la hija del maestro que impartía clases nocturnas.
Quienes asistían a aquellas clases no les constaba que fuese profesora ni nada por el estilo. Ocasionalmente dictaba a los alumnos de su padre y ellos rápidamente garabateaban en sus libretas algo que muchos no serían capaces de descifrar.
Cuándo acababa el dictado de taquigrafía y Julita salía del aula, los alumnos se burlaban de ella. No lo hacían ruidosamente pero si con gestos groseros. Ella algo sospechaba...
Al cabo de unos minutos entraba nuevamente en la habitación de la casa que estaba habilitada cómo aula. Preguntaba al alumno qué se le antojaba que había traducido del dictado. Todo hay qué decirlo una gran mayoría se habían copiado de otros, así qué los fallos eran los mismos, ja,ja.
Otro día más. Lo haré de vez en cuándo.
Autora Verónica O.M.

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IGUALDAD, SÓLO ESO

 

                     Ni un paso por detrás
                        ni otro por delante
                      caminemos a tu paso.
Esto va para aquellos hombres "no todos"
qué piensan "porque les favorece"
qué las mujeres somos seres inferiores.
¿Has pensado alguna vez
qué con tu forma de pensar dañas
a todas las mujeres de tu familia?
Recapacita y deja paso a la igualdad
y no vivas anclado en el pasado
creyéndote qué por ser macho
tienes todos los derechos.
Igualdad, sólo eso.
Verónica O.M.
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REVELACIÓN relato

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Esperaba encontrar a Dios en la Iglesia. Rezó y suplicó... Salió defraudada, triste y con el alma helada.

Puso los pies en la calle y cómo una revelación se dio cuenta qué aquel Dios qué iba buscando estaba en todas las cosas. Se sorprendió de haber tardado tanto en darse cuenta. Y entonces miró hacia el cielo.

-¡Señor perdona mi ceguera! Te prometo qué nunca más dudaré de ti.

Autora Verónica O.M.

LA COQUETA

-¡Guapa!

La mujer pasaba por la puerta de un bar y pensó qué algún cliente se había fijado en ella. Estaba qué no cogía en su piel.

Tomó la costumbre de pasar cada día por allí esperando que la piropeasen, se maquillaba hasta la exageración y su falda cada vez más corta.

-¡Guapa!

Escuchó muchos días. Hasta qué uno se quedó esperando.

Y en la calle escuchó esta conversación entre dos mujeres de cierta edad.

-¡El loro ha muerto! dicen qué le entró un aire y se hinchó!

-¡Con lo guapo qué era! a una la hacía sentir tan bien.

La coqueta se llevó un buen chasco y hasta cambió de color.

-¡Maldito bicho!

Autora Verónica O.M.

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MARTHINA relato

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La vida de Marthina era de lo más aburrida. Eso era lo qué su familia pensaba, pero nada más lejos de la realidad.
Paseaba por la gran ciudad a diario. En ocasiones se sentaba en alguna terraza y tomaba un refresco. Observaba a las personas qué caminaban. Con su ojo clínico era capaz de acertar qué problemas les perturbaban.

Su cola con hielo descansaba en la pequeña y redonda mesa, y a pequeños y lentos sorbos  el refresco iba desapareciendo del vaso de tubo.

Observó cómo un niño pequeño echaba a correr y al parecer iba a cruzar la carretera qué con el semáforo abierto no paraban de transitar coches. Pegó un brinco y fué tras él cogiéndole del brazo. Si hubiese tardado un segundo más el atropello del niño hubiese sido inevitable.

Escuchó detrás de ella cómo un hombre un tanto histérico pronunciaba al parecer el nombre del niño.
-Lucas, ¿porqué te has escapado? ¿estás tonto o qué? te voy a pegar una zurra qué no te van a quedar más ganas de hacerlo otra vez.

Marthina le dejó desahogarse. Era comprensible qué el pobre hombre se había llevado un susto mayúsculo.
Él, ya había reparado en ella y abochornado tuvo que pedir disculpas.
-¡Lo siento¡ me llamo Daniel y este gamberrete es mi sobrino Lucas.
Y bla, bla, bla...

Los tres tomaron asiento dónde anteriormente estaba tomando su refresco ella sola.

Y el camarero qué había observado todo los miró y sonrió. Entró en el establecimiento dónde otros clientes esperaban para ser atendidos. Y pensó qué menuda suerte tenía aquel gachón de estar con semejante mujer.
Autora Verónica O.M.

APRENDIZAJE

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y gif también

Se siente bien consigo
le ha costado, si,
pero nunca desistió
de conseguirlo.

SI tú quieres, puedes,
sólo hace falta
elegir bien
el camino.

Y si tropiezas y caes
nada está perdido,
levántate creyendo en ti
con el convencimiento
de conseguirlo.

Sé tu amiga
o amigo
y lograrás
sentir esa
extraordinaria paz
qué nadie externo a ti
podrá darte jamás.
Verónica O.M.