Volvió, de vieja...
Al lugar dónde nació.
Con arrugas en su piel
y con grandes cicatrices
en el alma.
Nadie la reconoce
y eso para ella
es cómo un bálsamo sanador.
Es como si fuera otra persona
y mostrará lo que a ella
más le interese.
Nadie estuvo
cuándo sufrió tanto
y ahora para qué.
Será amable, claro que sí.
Pero en su corazón
ya no entrará nadie
porque así lo decidió
antes de volver.
Será vieja, si, pero ya aprendió
lo que otr@s jamás aprenden.
Verónica O.M.