Volvió, de vieja...
Al lugar dónde nació.
Con arrugas en su piel
y con grandes cicatrices
en el alma.
Nadie la reconoce
y eso para ella
es cómo un bálsamo sanador.
Es como si fuera otra persona
y mostrará lo que a ella
más le interese.
Nadie estuvo
cuándo sufrió tanto
y ahora para qué.
Será amable, claro que sí.
Pero en su corazón
ya no entrará nadie
porque así lo decidió
antes de volver.
Será vieja, si, pero ya aprendió
lo que otr@s jamás aprenden.
Verónica O.M.
Nada permanece y nada es como fue... Si ya no esperas nada de nadie el retorno se hace más llevadero.
ResponderEliminarAbrazo
👍Quizá sea... lo que aprendió.
EliminarUn abrazo, buena noche.
A veces tus relatos son como la vida misma,abrazo
ResponderEliminarSi, eso es cierto.
Eliminar:-)
Abrazos, amiga 🌹
A veces hay que proteger el corazón.
ResponderEliminarHay mucho desalmado.
Besos.
👍Ella piensa lo mismo.
EliminarY sufrir otra vez, como que no...
Besos.
Que nunca vuelva a sufrir por culpa de los demás, será un buen aprendizaje.
ResponderEliminarUn abrazo grande 🐕☺️
Ya está curada y no lo permitiría. Eso sucede... cuándo se tiene la lección bien aprendida.
Eliminar:-)
Un abrazo grande, gracias Sara 👍🌸🐕
Las cicatrices del alma son difíciles de sanar.
ResponderEliminarUn beso.
Difíciles, si, imposibles, no. Deoende de cada un@.
EliminarUn beso, Amalia, buen fin de semana 🌸
Sin duda la vida te enseña y te da y te quita,si no se aprende,los golpes se repetiran una y otra vez.Un abrazo!
ResponderEliminarSi, es así, tal cual.
Eliminar:-)
Gracias.
Un abrazo 🌹
El sufrimiento cuanto enseña. Un abrazo.Carlos
ResponderEliminarMucho, muchísimo.
EliminarUn abrazo.