Bonita imagen de internet novela escrita por mi |
Se marcharon a la cama. José estaba cansado de su dura jornada, pero aún así le propuso a su mujer tener intimidad. Ella aceptó de buena gana. Se sentía feliz con aquel contacto, pero también sentía el deseo de ser madre, aunque aquello por el momento no era posible. Al rato ya estaban los dos durmiendo.
Amigo lo hacía también en el suelo encima de una mantita color pardusca. El perro se despertó cuando Anita se levantó de la cama dormida, pero esta vez se quedó quieto como si nada extraordinario hubiese pasado.
La mujer abrió la puerta y salió al exterior dirigiéndose hacia el río.
Alguien la vio desde lejos. No era habitual que una mujer andara sola en plena madrugada.
Se escondió detrás de un árbol. El hombre no era otro que don Federico. Cuando su mujer se repuso de su ataque de tos, quedó agotada sin fuerza alguna y se durmió.
El hombre aprovechó para dar un paseo por el río para relajar sus nervios y pena. Por aquel motivo estaba allí.
Observó a la mujer y confirmó sus sospechas. Aquella era Anita la mujer de José. Y se preguntó que haría la mujer sola en aquel lugar
Alguien la vio desde lejos. No era habitual que una mujer andara sola en plena madrugada.
Se escondió detrás de un árbol. El hombre no era otro que don Federico. Cuando su mujer se repuso de su ataque de tos, quedó agotada sin fuerza alguna y se durmió.
El hombre aprovechó para dar un paseo por el río para relajar sus nervios y pena. Por aquel motivo estaba allí.
Observó a la mujer y confirmó sus sospechas. Aquella era Anita la mujer de José. Y se preguntó que haría la mujer sola en aquel lugar
Autora Verónica O.M.
Continuará