martes, 24 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVIA 24-25 FINAL

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N° 24 novela


                                                                                         
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Manuel escuchó la puerta al abrirse y se quedó en su escondrijo muy quietecito, su viuda acababa de entrar como un vendaval y la escuchó despotricar.


-¡Maldito seas  por haberme hecho perder el tiempo!
Se quitó los zapatos y muy enfadada los lanzó debajo de la cama, con tan mala suerte para Manuel ya que un tacón se le clavó en la frente y lanzó un exagerado:

-¡Ayyy!

A continuación se desnudó, dejó caer todas sus prendas por el suelo, dirigiéndose hacia el baño.
-¡Después las recogeré!

Manuel escuchó el chorro del agua caer en la bañera, se la estaba imaginando frotándose su cuerpo desnudo y se sintió muy desgraciado, ya nunca podría tener relaciones  sibilinosas con ella, ni con nadie.

Al poco rato el agua dejó de caer, Maite se encaminó hacia la habitación envuelta en una gran toalla. Desde su escondrijo Manuel no se perdía detalle.

La toalla quedó en el suelo, y notó como el cuerpo de ella cayó encima de la cama. El somier cedió un poco y quedó todavía más baja.

-¡Joder, que me aplastas!
Autora Verónica O.M.
Continuará 

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N° 25 Y FINAL

A los cinco minutos Maite ya estaba dormida, el espíritu con mucho trabajo salió de debajo de la cama, y creyendo que ella no podría verlo se quedó un rato de pie contemplándola.

La mujer dormía boca arriba, y no llevaba nada encima, el espíritu muy lujurioso pareció calentarse, pero...

-¡Qué tonto soy, no podría ni aunque quisiese!
Y pensando que Maite no notaría su presencia se acostó a su lado sin atreverse a tocarla.

Sonó el despertador a las ocho de la mañana y Maite  paró la alarma, Manuel como siempre ni se enteraba. Empezó a zarandearlo un poco.

-¡Manuel, despierta qué son las ocho!

El supuesto espíritu se despertó, y no sabía qué era lo que estaba pasando.

Allí estaba su mujer gritándole. Se preguntó como era posible si  estaba muerto.

-¡Manuel, levántate que tenemos que ir al ambulatorio!, ¿o es que ya no te acordabas? ¡Vaya nochecita qué me has dado! no parabas quieto ni un momento y todo el tiempo dando patadas. Cada vez que tienes que ir al médico para mi es un suplicio, no me dejas ni pegar ojo de lo que te mueves.  Levántate qué solo te van a sacar una muela, no sé a quién has salido tan miedoso. Me voy a la cocina a preparar el desayuno, no te entretengas qué tienes hora a las nueve y media, y todavía tienes que desayunar, ducharte y afeitarte.
La mujer ya había cogido su larga bata y cubrió su cuerpo desnudo con ella, salió de la habitación no sin antes decirle.
-¡Esta mañana, hay que ver lo raro qué estás!

Manuel se levantó corriendo, y se miró en el espejo de una de las puertas del armario, y se asustó, allí estaba él en calzoncillos, y no se acordaba de haberse desnudado, se le puso el vello de punta.

-¡Estoy vivo! 
Y se echó a llorar como un niño.

Escuchó a Maite como trajinaba en la cocina, al momento ya la tenía otra vez en la habitación dispuesta a echarle una bronca, no la miró a los ojos, no quería que ella se diese cuenta que había llorado.

-¡Anda hombre, que vamos a llegar tarde!

-¡Ya voy mujer, voy un momento al lavabo!
Una vez allí, tiró del agua de la cisterna para que no se oyese su llanto, y lloró a lágrima viva.
Al rato se lavó la cara y salió dispuesto a desayunar, y se dijo algo más tranquilo.
-¡Sin duda, he tenido una pesadilla!
FIN
Autora Verónica O.M.

Muchas gracias a quien la siguió.
Deseo os haya gustado y sorprendido el final. 
Desde el principio os vengo diciendo: Nada es lo que parece y ya veis que es cierto.

sábado, 21 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 23

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°23 novela


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Manuel caminaba al lado del diablo y con más miedo que vergüenza, por fin le había soltado de la oreja, ya no tenía que caminar a su paso tirado por su fuerza que era espectacular, además ahora ya no sentía esa gran quemazón que despedía su mano.

-¿Me vas a llevar al infierno?

-¡Claro! ¿dónde pensabas que iba a llevarte?

-¡No sé!
El espíritu estaba tan asustado, que un gran charco se formó a sus pies mojándole los zapatos.

-Anda, Manuel esto no me lo esperaba de ti si pareces una criatura, mucho me temo que no me vas a servir para nada, será mejor que vuelvas con tu mujercita.

Manuel estaba muy confundido, se preguntaba como el diablo le decía esas cosas, si aquello ya era imposible al estar muerto.
Pero como las ocasiones hay que cogerlas por los pelos, echó a correr y se dirigió hacia su casa, pensando en esconderse dónde el diablo jamás pudiera localizarlo.
Nada más entrar en el piso, se dio cuenta que Maite no estaba, por lo que decidió meterse debajo de la cama a esperarla, su trabajito le costó al ser baja, ya que del diablo no se fiaba...
Autora Verónica O.M.
Continuará

jueves, 19 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 22

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°22 novela    


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La mujer llegó al ambulatorio igual que una flecha, la administrativa que había tras el mostrador la miró un segundo, después siguió atendiendo el teléfono.

Maite sin esperar a que saliese Jorge a llamar a otro paciente, abrió la puerta y con lo que se encontró no le hizo maldita gracia.

Allí estaba su amor con los pantalones abajo, y una mujer de edad indescifrable con la falda arriba y sin...


Se puso roja como un pimiento morrón por la rabia, y sin pensarlo se abalanzó sobre él.

-¡Eres un sinvergüenza, y mujeriego! no entiendo como nunca me di cuenta, sin duda te cepillas a todas.

La otra intentaba bajarse la falda, que la llevaba enrollada cerca de sus axilas y la ropa interior no la encontraba.


Maite se encaró y señaló con el dedo.

-¡Y tú, una guarra!

Se acordó de lo que les pasó  a ellos en otra ocasión, y como ella misma tuvo que huir por el pasillo. Ahora,  aquella otra se enteraría, abrió la puerta de par en par a la vez que chilló a pleno pulmón.

-¡El médico está fornicando con una paciente! 

Un matrimonio mayor pasaba por el pasillo e iban a la consulta de al lado. El hombre al ver aquello le dijo a su mujer.

-¡Anita, no mires!

-¿Qué dices, Roque? ¡Dios mio, lo que una tiene que llegar a ver a esta edad ¿Qué decías, Roque?


-¡Ya nada, mujer! cada día estás más sorda.


Los dos viejos estaban con los ojos muy abiertos, aquello hacía muchos años que lo tenían olvidado, ahora hablarían largo tiempo de ello. Y quien sabe si algo podrían intentar.


Maite se dirigió hacia el mostrador.


-¡Me quiero cambiar de médico!


-Un segundo, señora, que ahora la atiendo.
Autora Verónica O.M.
Continuará

Se acerca pronto el final, tan solo quedan tres capítulos...

miércoles, 18 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 21

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°21 novela 

 
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                                                    Rabioso
volvió a su capaza y se volvió a tumbar con tranquilidad.
Al parecer ya no había nadie que le fuese a perturbar.

La vidente tenía el pleno convencimiento de que el espíritu se había marchado, lo que no imaginaba era que el diablo le había hecho todo el trabajo...

-Su marido no la molestará nunca más.

Una sonrisilla maliciosa asomó a los ojos de Maite, estaba más que harta de las andadas de su difunto. Ahora ya la dejaría vivir en paz con el doctorcito.

-¿Está segura?

-¡Completamente! si me equivocase le devuelvo hasta el último céntimo.

-¿Cuánto le debo?
Preguntó a la vez que abría el bolso.

-Trescientos euros.

-No pensé que me saliese tan caro, solamente llevo encima doscientos.

Esmeralda pensó en lo rápido que había resuelto aquello.
-Está bien, doscientos son suficientes siempre y cuándo me recomiende a sus amistades. ¿Lo hará?

-Claro, cuándo se me presente la oportunidad.

Pagó y se marchó, deseosa de ir al ambulatorio y decírselo a Jorge.
Y hacia allí se encaminó, pero lo que se iba a encontrar no le iba a gustar...
Autora Verónica O.M
Continuará

domingo, 15 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 20

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°20 novela 



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                                                                                                                                             El espíritu estaba bastante preocupado y sabía qué aquello tenía mal final.

Y no se equivocaba...

Sintió como un golpe de calor detrás de él y se volvió a mirar, aunque imaginaba de quien se trataba. 
Allí estaba el diablo con cara de pocos amigos, se echó a temblar temiendo su reacción.

Las dos mujeres siguieron hablando, tampoco se percataron de quien había llegado sin hacer ningún ruido.

-¿Pero que ven mis ojos rojos? No me lo puedo creer, te encuentro temblando como un flan. Ya te puedes ir preparando, Manuel. El infierno te está  esperando.
Diciendo esto lo cogió por la oreja izquierda y se lo llevó.

La vidente se dió cuenta de que algo extraordinario  había sucedido, primero por los ojos desencajados del gato y el fortísimo maullido posterior.

-Miaauuuuuuu.
Salió de su capaza y fué  hacia la puerta e hizo la tentativa de arañarla sin conseguirlo.

Ya sabéis... si no se tienen uñas no se puede, si se comen tampoco. Continúo...

Las dos mujeres salieron corriendo de la habitación.

-¿Se ha marchado el difunto?

El gato entendiéndola a la perfección empezó a mover frenéticamente el rabo.

-Su problema ya empieza a solucionarse.
Autora Verónica O.M.
Continuará 

QUÉ PASÉIS UN FELIZ DÍA 🌻

viernes, 13 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 19

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°19 novela
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La vidente hablaba por boca de Manuel y le transmitió a su viuda todo lo que él le quiso decir...
                                      
-Manuel no le corresponde estar aquí, su sitio está en otro lugar.

-¿Dónde, en el infierno?
El espíritu estaba un tanto asustado, ahora que ya lo habían descubierto. Odiaba al gato, y lo miró con tanto odio que Rabioso le lanzó un exagerado:

-Miaaauuuu.

Manuel se puso a buen recaudo, y se colocó detrás de Maite creyendo que el gato de un momento a otro se le lanzaría otra vez, pero no fue así.

-¡Ya te puedes retirar, Rabioso! Ve a merendar, te preparé algo que te va a encantar.

El gato movía el rabo, y muy contento se dirigió hacia la cocina, allí tenía su plato de acero inoxidable con un gran trozo de bizcocho que en un plis plas devoró. Después se metió en su camita, una gran capaza de cuadros de color marrón, dispuesto a echar una cabezadita. 
El espíritu lo había agotado en demasía...
Autora Verónica O.M.
Continuará

miércoles, 11 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 18

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°18 novela


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Al fin... Manuel se dio cuenta que Maite le hablaba a él, aunque tenía su vista clavada en el gato, temeroso de que se lanzara encima otra vez. De reojo la miraba, y le pareció muy hermosa a pesar de haber estado llorando. La notaba nerviosa y vulnerable, y todo por su culpa al no haber aceptado no pertenecer al mundo de los vivos. Con pena pensó que todo lo que había sucedido ya no tenía remedio, y si pudiera volver atrás con los ojos cerrados lo haría, aunque se le revolvían las tripas al pensar que Maite y el medicucho tuviesen aquel tipo de relación.

-¿Está mejor?
Le preguntó la vidente.

-Sí, más o menos ¿qué me dio a beber?

-Nada que le vaya a hacer mal. Es un licor casero de naranja y un toque de ron. ¿No le gustó?

-Si. Además me calmó.

Esmeralda sonrió...
-¿Se convence ahora de que su marido no se marchó?

-¿Y qué quiere de mi?

-Eso debería usted preguntárselo?

-¿Y dónde está?

-Rabioso se lo dirá.

El gato se dirigió hacia un rincón de la habitación en dónde Manuel estaba semi escondido detrás de una frondosa planta. Se paró frente a él moviendo el rabo.

Maite se dirigió hacia allí  y le preguntó:
-¿Qué quieres de mi? 

Esmeralda estaba en silencio y atenta a lo que allí acontecía.

-Toda la culpa ha sido del diablo, me vino a visitar antes de morir.

-¿Qué tiene que ver aquí el diablo?

-¡Todo! me dio poderes que yo aproveché en mi beneficio. Se me cruzaron los cables al ver que tú y el medicucho...

-Me tenias abandonada, ni pensabas en mis necesidades.

Manuel pensó que tenía razón, hacía mucho que no tenían relaciones y ella siempre había sido muy fogosa. 
Infinidad de veces había llevado chupones en el cuello y arañazos por el cuerpo. 
En aquel momento  se dió cuenta de que ella tenía adicción al sexo.
Autora Verónica O.M.
Continuará

lunes, 9 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 17

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°17 novela  



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Maite se estaba haciendo a la idea de que en todo momento  había estado acompañada de su difunto,  no podía verlo como era natural, pero....
Le dio un arrebato histérico.
-¿Así que nunca te fuiste, Manuel?
Lo dijo gritando y unos grandes lagrimones asomaron a sus bonitos ojos verdes.

El espíritu muy dañado por el ataque del gato, deseaba salir de allí a escape aunque ya no se atrevía, se quedó allí a la espera muy preocupado, se puso a la defensiva por si otra vez el gato se le tiraba encima, casi no escuchó lo que su viuda le decía.
Pensó qué ojalá no se hubiese muerto, todo aquello se lo hubiese ahorrado.

Maite volvió a la carga
-¿No me oyes? eres un mentecato, además de muy estúpido y manipulador.
Y empezó de nuevo  a llorar, y ya no supo parar hasta pasado un buen rato.

Esmeralda salió de la habitación, acompañada de Rabioso, y miraba sus uñas con pena, se le habían roto todas.

-No te preocupes tanto por tus uñas,  después te haré la manicura.

El gato más contento siguió a su dueña, y tan listo como era sabía lo que Esmeralda había ido a buscar.
La mujer abrió un armario y sacó una botellita de color caramelo, también un vaso, volvió de nuevo a la habitación y se lo puso en la mano de Maite.
-¡Bébase esto! le hará bien.

Y sin rechistar se lo tomó de un trago.

Esmeralda de nuevo tomó asiento, esperando que a su clienta aquello le hiciese efecto.
Autora Verónica O.M.
Continuará

viernes, 6 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 16

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°16 novela



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La vidente entró de nuevo en la consulta, se sentó de nuevo enfrente de Maite y la miró con semblante serio.
-Me temo que no cree en lo que le digo.

-No demasiado, la verdad.

-Le voy a dar una prueba.
Dicho esto giró la cara hacía la puerta y se dispuso a...
-¡Rabioso, ven y trae al espíritu!

El gato enseñó a Manuel sus afiladas uñas, y no le quedó más remedio que entrar dónde el felino le obligaba.

-¡Rabioso, ven!

El gato se acercó al lado de su dueña.

-¡Mírele las uñas con atención!

Maite las miró sin comprender absolutamente nada, y escuchó a la vidente decirle al gato.

-¡Peléa con él!

El gato se le tiró encima y le arañó por todas partes y con gran brutalidad.

Manuel permanecía acojonado y no se atrevía ni a moverse.

Mientras tanto Maite no entendía lo que allí sucedía, ya que el gato parecía haberse vuelto loco.

-¡Rabioso, enséñale a esta señora las uñas!

El gato se acercó a ella, y cual fue su asombro al ver que no le quedaba ni una en condiciones.

-Él solo no puede hacerse eso si no es peleando con alguien.

Maite comprendió que aquello era cierto, y se le erizó el vello pensando que el espíritu de Manuel era el que estaba ocasionando todos sus problemas.
Autora Verónica O.M.
Continuará

jueves, 5 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 15

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°15 novela 



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Al rato de estar en la consulta, Maite empezó a sentirse mejor ya que parecía que aquella mujer la podría ayudar. No creía en espíritus y menos en esos que hacen daño intencionado. Pero a pesar de no creer, allí estaba esperando que solución aquella vidente encontraba para su problema.

-El espíritu de su marido debe irse hacia dónde debe, no le corresponde estar aquí, y depende lo bueno o malo que haya sido deberá irse a un lugar u otro.

¿Como era su marido, bueno o malo?

-Mi marido era normal, supongo que como somos todos.


-Pues yo intuyo que no era demasiado bueno, aún es más pienso que era perverso, y que su espíritu lo sigue siendo.


-Mi marido no era así como usted lo pinta.


-Me parece a mi que usted no lo conocía en absoluto.

La vidente buscaba con la mirada a Rabioso, su gato, y al no verlo por allí...
-Espere un momento por favor que ahora vuelvo.
Esmeralda al salir de la habitación, llamó al gato.
-¿Rabioso, dónde estás?

-Miau, miau, miauuuuu.


La mujer se dirigió hacia la entrada de la vivienda, ya que al parecer sus maullidos llegaban desde allí.

-¿Rabioso, qué haces aquí?

El gato estaba sentado enfrente de la misma puerta, y se estaba afilando algunas uñas,  ya que al parecer en la pelea que tuvo con el espíritu de Manuel se le habían roto.


-Rabioso, ya te peleaste con alguien?

El gato que la entendía a la perfección movía la cola afirmando.

-¿No será con alguien que acompañaba a la mujer?


Rabioso, con desenfreno la volvió a mover.


-¿Y dónde está ahora?


El gato la miró y empezó a arañar la puerta.


-¡Tráelo para dento!

Esmeralda le abrió la puerta, Rabioso se dirigió a la calle en su busca.

El espíritu de Manuel en cuanto lo vio echó a correr.

Y sin darse cuenta, ya estaba otra vez dentro de aquel lugar del que anteriormente tuvo que salir a escape.
-¡Seré gilipollas!

Rabioso entró detrás de él y con la cabeza cerró la puerta.
Autora Verónica O.M.
Continuaráu

martes, 3 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVÍA 14

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°14 novela


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A las cinco menos diez de la tarde Maite ya estaba en la puerta de la consulta. Sentía un gran nerviosismo ya que nunca antes había acudido a un sitio como ese.


Acompañándola iba el espíritu de su marido y él se preguntaba que hacía en un lugar como aquel tan extraño, aunque pensó que para salir de su rutina no estaría nada mal.

Maite ya decidida a entrar, llamó al timbre.


Al instante abrió la puerta la persona que la había atendido por teléfono.

-¡Buenas tardes! Pase a la salita, Esmeralda en un momento la atenderá.

Maite entró en aquella salita tan extraña. 

Unas sillas confortables de color negro descansaban junto a la pared del fondo, y unos cuadros con sofisticados dibujos que ella no entendía le dieron la bienvenida. En el centro de la estancia una pequeña mesa repleta de revistas esotéricas. 
Decidió sentarse. Y observó que la iluminación era muy tenue, haciendo de aquel lugar algo misterioso.

Cinco minutos después la secretaria hizo nuevo acto de aparición.

-¡Puede pasar, Esmeralda la espera.

Maite caminó detrás de ella, y entró en una gran habitación que hacía las veces de consulta. La iluminación era todavía más precaria y parecía un lugar fantasmal.


-¡Siéntese por favor!


Un gato negro se paseaba por la habitación y parecía que había percibido algo que no le había gustado en absoluto.

Sacó su agresividad, y atacó al espíritu de Manuel que decidió salir de aquella habitación y esperar a Maite en la calle.

-¿Qué desea consultar?


-Últimamente me pasan cosas bastante extrañas, y no sé a lo que es debido.


La vidente gracias al gato ya se había percatado de que aquella nueva clienta no había venido sola.

-Le pasan esas cosas debido a que tiene un espíritu a su lado, y no la dejará tranquila hasta que se vaya dónde se debe ir.

-¿Cómo que tengo un espíritu?


-¿A muerto alguien de su familia últimamente?

 Preguntó Esmeralda con el rostro muy serio

-Si, mi marido.


-Su espíritu es el que la está extorsionando.


-No creo en espíritus.


-¿Entonces qué hace aquí?


-Una conocida me dio su número y vine para que me ayude.


-Si es así, déjese ayudar.


Mientras tanto Manuel se preguntaba como aquel feo gato lo había descubierto si nadie podía verlo.

Autora Verónica O.M.
Continuará

domingo, 1 de julio de 2018

NO QUIERO IRME TODAVIA 13

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°13 novela

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A la mañana siguiente, Maite llevaba el rostro con un aspecto demacrado. Iba camino de hacer algo de compra, desde que se había quedado viuda apenas cocinaba, se arreglaba con cualquier cosa. No se daba cuenta pero aquello no era bueno para ella, como tampoco lo sería para nadie.
Al salir a la calle se tropezó con una vecina que vivía en la otra acera.

-¡Hola Maite, cuánto tiempo! Me he enterado hace poco lo de tu marido, pensaba hacerte una visita cuándo estuvieses mejor. Me han dicho que no lo llevas nada bien, solo hay que mirarte la cara para darte cuenta de que así es.
Dicho esto, la mujer la besó en las mejillas dándole una palmadita en la espalda para reconfortarla.

-¡No me encuentro demasiado bien!
Dijo Maite con la voz muy apagada.

La otra mujer de nombre María, pensó que estaba muchísimo peor de lo que le habían contado.
Y muy dada como era en consultar a supuestas videntes, apuntó  la dirección y teléfono de una, que según ella misma era buenísima, ya que en alguna ocasión la había ayudado.

Se despidieron con un hasta pronto, y Maite ya con el papelito en la mano, sacó de su bolso el teléfono móvil y marcó el número.

Al otro lado de la línea una voz de mujer escuchó.
-Está hablando con Carmen la secretaria de la vidente Esmeralda. ¿Qué desea?

-Una conocida me dió este número y dirección, desearía venir a la consulta.

-¿Le va bien esta tarde a las cinco?

-¡Si, perfecto!

-A las cinco, Esmeralda la atenderá. 

-¡Muchas gracias!

Colgó el teléfono y se lo quedó mirando un poco ida.
-¡Espero que pueda ayudarme!

Algo más contenta y esperanzada.se dispuso a comprar lo que necesitaba.
Autora Verónica O.M.
Continuará

NO QUIERO IRME TODAVÍA 12

NO QUIERO IRME TODAVÍA CAPÍTULO N°12 novela 



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                                                      Jorge se vistió más deprisa de lo habitual, tenía ganas de salir del piso de Maite, aunque pensaba que ella no se daba cuenta. Pero estaba muy equivocado.

Ella lo miraba por el rabillo del ojo, se sentía decepcionada aunque tampoco quería que él se diese cuenta de ello.
Ya, una larga bata tapaba su desnudo cuerpo.

-Maite me tengo que marchar, mañana he de madrugar. Tengo un montón de pacientes, libra uno de mis compañeros y su trabajo nos lo han colocado a dos. ¡Qué harto estoy de trabajar!

-¿Cuándo nos volveremos a ver, Jorge?

-Ya te llamaré.

Si Maite se hubiese dejado llevar por su instinto le hubiese pegado, pero...

Se despidieron con un frío beso, y Jorge salió a escape de allí nada más cerrar la puerta. Aquello no le empezaba a gustar, no entendía lo que sucedía pero intuía que detrás de todo había algo extraño.

Maite se sentó en el sofá a llorar, de vez en cuando gritaba y se tapaba la boca para que sus vecinos no la escuchasen. Llegó a morderse también los puños.

Mientras tanto, el espíritu de su marido se reía porque les había fastidiado.
-¡Ja, ja, ja!
Autora Verónica O.M.
Continuará