Bonita imagen de internet cuento escrito por mi |
Jeremy decidió marcharse a su habitación, desde allí se pondría en contacto con Israel. Buscó su número en la agenda y le llamó.
-Israel, allá las siete me esperas en el camino del río.
-¿Y eso para qué?
-Anda y no preguntes tonterías, vienes y punto.
-Vale, allí estaré.
Colgó el teléfono y se tumbó encima de la cama. Ya no le apetecía ir pero había quedado con Yolanda y para él era motivo más que suficiente para guardarse su mal humor. Y se dijo: -A otra cosa, mariposa.
Se relamió pensando en la sorpresa que le iban a dar a su amigo. No sabía si tanto a María, dependiendo de si Yolanda había soltado prenda.
Se duchó y secó su pelo con el secador, lo llevaba algo largo, pero muy brillante. Se vistió con un vaquero y una camiseta negra de tirantes, dejando ver sus fuertes brazos.
Ya estaba preparado para salir, pero se quedó un rato más sentado encima de la cama y pensativo.
Yolanda ya había quedado con María, tampoco la informó demasiado. Se duchó y arregló con esmero, delineó sus ojos haciéndolos parecer más misteriosos, pulverizó en su cuello su colonia favorita oliendo a rosas.
María ya la estaría esperando...
-¡Mama, volveré pronto!
Verónica O.M.
Continuará
Qué paséis un buen fin de semana. Besos 🌷🌷🌷
Seguro que pasaremos un buen fin de semana, tu disfruta del tuyo pero no dejes de continuar la historia. Un abrazo
ResponderEliminarY allá van los cuatro, dos de ellos a encontrar una sorpresa. A ver cómo lo toman.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aquí espero para saber como ira la cosa,abrazo.
ResponderEliminarCómo irán las cosas??.
ResponderEliminarAquí espero.
Un beso.
Muy buen rollo hay entre ellos, pero ya veremos si al final, no tienen estos jóvenes algún enfado, algo muy normal con esa edad. En cuanto a la madre de tu protagonista es normal que esté enfurruñada, pero ya se le pasará, cuando recapacite de que ella también fue joven.
ResponderEliminarBesos Verónica y que lo pases bien.
Visitandote te dejo mis mejores deseos de un buen fin de semana
ResponderEliminarCariños
Cuando se llega a la senectud,solo pensamos en el corto camino que nos puede quedar
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