Se conocieron por casualidad y en un momento de sus vidas de gran vulnerabilidad.
Parecían almas gemelas, y no, no lo eran. Todo era intentar agradar a la otra parte, quizás por miedo a quedarse nuevamente solos y con el fondo de amargura en sus corazones.
Mónica y Luiggi.
Dos personas totalmente diferentes, pero, con algo en común, sus matrimonios se habían roto.
Y quizás por ello, mimaron aquella relación y hoy viven felices. Claro está... que poniendo voluntad y respetando al otro.
Verónica O.M.
No les quedaba otra por lo que parece.
ResponderEliminarCon buena voluntad todo es posible.
Besos.
Eso es, si se quiere, se puede...
EliminarBesos.
Así pasa muchas veces,cariños amiga.
ResponderEliminarSi, lo pienso también.
EliminarBesos, amiga 😘
Una lección de buena convivencia en pareja. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSi, es una forma inteligente.
EliminarUn abrazo.
Si hay respeto, es todo más fácil.
ResponderEliminarUn beso.
Si, amiga, totalmente de acuerdo 👍
EliminarUn beso.
Unieron dos soledades.
ResponderEliminarNo sé si eso pueda resultar, hace falta amor.
Besos 🌟
Si, así hicieron, amiga.
EliminarNo siempre el amor está presente, hay muchas razones e intereses. Ese tema, daría para un gran debate.
:)
Besos 🌺
La experiencia les enseñó que para aprender a convivir se necesita mucha paciencia y respeto.
ResponderEliminarBesos Verónica
Si, la vida enseña cuándo estamos dispuestos a aprender.
EliminarBesos Tatiana, buen día🌺