Retumbaba en su cerebro las palabras de la que había considerado su mejor amiga.
— Ni imaginas lo payasa que te ves con ese vestuario anticuado. Esos zapatos bajos y que ya tienen unas cuantas temporadas. Lo siento, créeme, pero aquí acaba nuestra amistad. Chao, antigua.
Nada respondió y las lágrimas mojaron sus mejillas. Iba a abrir el bolso para buscar unos kleenex...
Pero una mano le tocó el hombro y se los ofreció.
—Gracias.
La otra sonrió.
Lo escuché todo
no mereces
que alguien
tan insegura
te menosprecie.
Si me lo permites
quiero ser tu amiga
esa que nunca
te va a defraudar.
Lo que nada te aporta... se aparta.
Lo que necesitas... viene a tu busca y en el momento preciso.
Verónica O.M.
Esa no era una amiga.
ResponderEliminarEra una bruja.
Besos.
Eso es, ni más, ni menos.
EliminarQué pases un buen día.
Besos 😃
No es así la verdadera amistad. Mejor que esté lejos.
ResponderEliminarUn beso.
Feliz semana.
No, ni por asomo lo es.
EliminarMejor sola que con gente tan descarada e irrespetuosa.
Un beso, amiga, buena semana 👍
Amigas como esa cuando mas lejos mejor.
ResponderEliminarAbrazos.
Si, bien lejos :)
EliminarAbrazos🍂
Bye, bye. Y nunca regreses. De haberlas, haylas. Pero a mantenerlas bien lejos.
ResponderEliminarBesos.
👍No queremos ese tipo de amigas :(
EliminarBesos, Sara.
El amigo, amiga lo es por afecto, no por la moda. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarAsí es, Carlos, lo comparto totalmente.
EliminarUn abrazo.