El cura se acercó a familiares directos, que estaban de pié en el primer banco de la Iglesia.
-Son hijos de la difunta?
-¡Si! dijo uno de ellos, somos sus hijos.
-Que destacarían de su madre? dijo el cura muy serio y solemne.
El que había contestado antes, con los ojos muy rojos de haber llorado mucho le dijo
-¡Era una bellísima persona!, daba todo lo que tenía, casi todo el mundo la quería
-Casi todo el mundo?
-¡Casi!, no le agradaban esas personas que pisan a los demás, siempre defendía la igualdad
-¡Bueno empezaremos la misa, en su memoria!
¡Tenga! dijo metiendo su mano en su chaqueta
-¡Mi madre quería que se leyera aquí!, y a poder ser me gustaría a mi leerla
-¡Bien! dijo el cura, dentro de un rato podrá hacerlo.
Al poco rato llamó al hijo, que al parecer era el mayor, le ofreció el micrófono y empezó a leer emocionado, pero con mucha seguridad, su madre debería quedar contenta, al hacerlo como ella deseaba.
PARTE MI ALMA FELIZ
Para los que me amaron
mil gracias desde aquí
no derrames tus lágrimas
¿no ves? yo marcho feliz
a los que no me quisieron
y con saña me dañaron
no derrames tus lágrimas
te arrepentiste?
si es así...
bienvenidas sean ellas
bienvenidas sean ellas
a mí ya no me hacen falta
pero a tí si...
te harás un gran bien
a partir de aquí
serás mejor persona
gracias a mi
si me amaste
gracias mil
no llores por mi
en tu corazón quedará
un trocito de mí
si no me quisiste
ten un momento para
mi y deja que te diga
te perdiste mi respeto
y con ello te lo perdiste
tambien tu
y con ello te lo perdiste
tambien tu
no hagas a otros
lo que me hiciste a mi
un beso para todos
parte mi alma feliz
Verónica
Dichas estas palabras, desde el último banco cuchicheaban dos personas muy flojito.¡Esta no se calla ni muerta! vámonos Fermín que aquí sobramos.
-¡Pero mujer!....
-¡Ni mujer ni narices!, eso de si no me quisiste lo ha dicho por nosotros, o te vienes o te dejo ahí solo, así que decide.
Se levantaron los dos, y se marcharon, la mujer con la cabeza bien alta, para ser natural la levantaba demasiado, el hombre bastante abochornado.
La misa estaba a punto de acabar, la mujer sería posteriormente incinerada, por expreso deseo.
Verónica
Muy bueno!!!
ResponderEliminarPara Beatriz
ResponderEliminarMuchas gracias Beatriz, me alegra que así te lo parezca.
Besos
Ahora conozco el contorno de tan bello poema, sería mejor actuar de otra forma para no tener que irse, de todas formas son más valientes que otros que se quedarían por verguenza, besos!
ResponderEliminar¡Excelente!...he conocido personas altivas como la del final del relato, no cambian nunca, son ajenas a la caridad y a pesar que viven a disgusto no cambian nunca.
ResponderEliminarAbrazo!
MUY BUEN RELATO, HAY GENTE QUE SE DA POR ALUDIDA, ES PORQUE EN REALIDAD LA CONCIENCIA LES HABLA... EXISTEN TANTOS SERES ASÍ...
ResponderEliminarBESITOS
ME ENCANTÓ TU TEXTO.
MUY REALISTA.
CARIÑOS
Para Silvo
ResponderEliminarTe confesaré que primero escribí el poema, y sobre el mismo escribí el relato, de antemano ví que tenía ingredientes más que suficientes para escribirlo, y eso me ha sucedido en otras ocasiones, como te darás cuenta en otras ocasiones.
De lo que dices, comparto tu opinión.
Besos, feliz noche
Para Ceo
ResponderEliminarMuchas gracias Ceo, me alegra que te haya gustado, y de lo que me comentas, te doy la razón en todo, opino lo mismo.
Un abrazo
Para Luján Fraix
ResponderEliminarMuchas gracias Luján, no sabes lo que me alegra, que te haya gustado.
Tienes mucha razón, es tal y como me comentas, opino igual.
Besos
Aleccionante cuento. Hay gente recalcitrante. No aprende a ser humana. Prefieren seguir en una altivez que desangra. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarPara Carlos Augusto Pereyra Martínez
ResponderEliminarMe alegra que te lo parezca, muchas gracias Carlos.
Es como dices, hay gente así, que no cambian ni cambiarán nunca.
Un abrazo