Dos mujeres
atormentadas sus
vidas pasadas
infiernos eso tienen
en común ambas
se encontraron
una mañana
se hicieron
inseparables hay
quien pensaba
que eran hermanas
ahora comparten
mesa y cama
siempre hay
alguien que habla
pero eso a ellas
no les importa
para nada
Verónica
Si es que no debería importarnos qué habla nadie, vale más nuestra felicidad que todas las intrigas, incluidos los intrigantes, del mundo, besos!
ResponderEliminarPara Silvo
ResponderEliminarTienes toda la razón Silvo, así mismo debería ser.
La vida es nuestra, lo que con ella hagamos nos compite a nosotros mismos, y a nadie más.
Besos, feliz sábado
bien dicho, para nada.
ResponderEliminaraunque ahora tengo menos tiempo te sigo leyendo. un besico.
por cierto, respuesta correcta: cabra montesa, me has dejado anonadado
Para Alfonso
ResponderEliminarMe alegra que pienses así, Alfonso y que me sigas leyendo.
Entonces respuesta acertada, jaja.
Un besico también para ti, y buen finde
Hola Vero, vengo de ver tus blog y eres una mujer muy creativa, sabiendo aprovechar lo mejor de la vida.
ResponderEliminarAsí es que...ter invito a quedarte a mi lado, seguro que habrás oído hablar de mi jajaj!!! para bien supongo. Pues seo, si quieres podemos compartir nuestras letras.
Con ternura
Sor.Cecilia
Hay que hacer lo que uno sienta y crea conveniente sin importar que piensan oos demás. Sin molestar a nadie
ResponderEliminarPara Monja de Clausura Orden de Predicadores
ResponderEliminarBienvenida Sor Cecilia a este blog, deseo que te haya gustado, lo que has visto.
Te visitaré, no te quepa duda.
Un abrazo
Para Beatriz
ResponderEliminarCuanta razón que tienes, Beatriz.
Siempre y cuando, no se haga mal a otros, uno es dueño de su vida, para hacer lo que a uno plazca.
Feliz domingo
Besos
Un poema para ejemplificar el libre desarrollo de la personalidad.Menos mal que no estamos en tiempos medievales: las esperaría la hoguera, pero aún hoy, la maledicencia es peor: daña como la hiedra en las junturas de lasparedes. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarPara Carlos Augusto Pereyra Martínez
ResponderEliminarEn otros tiempos, seguro que les pasaría lo que dices, por suerte estamos en otros.
Tienes mucha razón, y a día de hoy todavía hay quien se mete en las vidas de las personas, hablando mal cuando a ellas no les debería incumbir el tema.
Un abrazo