El silencio
lo envolvió todo
en un momento
ya no hay ruido
ni risas ni llantos
no queda nada
solo frío y un
terrible vacío
Los niños ya se
fueron a sus casas
sus familiares los
vinieron a buscar
Una de las monitoras
no puede ser madre
y se consuela
con aquellos críos
que son para ella
su felicidad
Al cerrar la puerta
suspira y se dice
mañana será
un nuevo día
y empezó a caminar
En su casa
nadie la espera
se preparará
una cena frugal
deseando que pasen
pronto las horas
para poder a su
trabajo regresar
Al dormirse
sus niños invaden
su sueño
la sonríen y ella
que feliz está pero hoy
Valeria se puso malita
al día siguiente
sabe que la vigilará
por si ella la
pudiese necesitar
Se siente madre
de todos ellos pero
eso a nadie dirá
y desea que pase
pronto la noche
para poder a su
trabajo regresar
Después de dar mil
vueltas en la cama
se queda dormida
con cara de felicidad
sueña con sus niños
y su alma queda llena
Verónica
No sé lo que pasa últimamente, que es muy difícil publicar y que quede todo como debe, pido disculpas a quien me lee habitualmente por tantas veces como os debe salir que he publicado este poema, debido a tenerlo que abrir constantemente.
ResponderEliminarBuen finde
Besos
PRECIOSO Verónica, el poema y la mujer encantadora, nada merece la pena el poema y aguantamos jeje, besos y buen fin de seman<
ResponderEliminarPara Silvo
ResponderEliminarMuchas gracias Silvo, me alegra mucho que te haya gustado.
Te confieso, que no entendí mucho tu comentario, me refiero al final ese "aguantarnos" jaja
Buen finde, y muy buena noche
Besos
todo eso que escribes porque pasa por tu mente, hace que algunos pensemos en que tan intensa, grande, bella, amorosa y sentimental pueden ser unas sencillas pero hermosas palabras, y yo tambien como ella adoro a los niños!
ResponderEliminarPara samm
ResponderEliminarBienvenida samm, muchas gracias por quedarte.
Me alegra te guste, en los escritos aunque no queramos queda mucho de nosotr@s.
Si te gustan los niños, seguro que eres una bellísima persona.
Un besito, feliz semana