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| Bonita imagen de internet |
Se ve suspendida en el aire. Intenta bajarse y apoyar los pies en el suelo mojado dónde está él llorando por ella.
Quiere consolarle pero no puede. Algo sobrenatural se lo está impidiendo. Y mientras tanto él se despide de ella cerrando el ataúd.
-¡Estoy aquí! -grita. -¿Es que no me ves?
Verónica O.M.
¡Qué miedo!
ResponderEliminarBeso Vero
Si que lo da.
EliminarBesos, Malque
No le verá y eso le hace sufrir más, besines!
ResponderEliminarTal cual dices, Silvo
EliminarBesos
!Uff!! Verónica.. Breve pero estremecedora, aveces no sentimos la evidencia...
ResponderEliminarUn abrazo....
Un poco si, jaja
EliminarNo la sentimos.
Un abrazo
Una mezcla de escalofrío y miedo con tristeza e impotencia....
ResponderEliminarBesos Vero
Es cierto, Nieves.
EliminarBesos, amiga
Coño vas hacer que me cague.
ResponderEliminarBesos Verónica.
No eso no, jaja
EliminarBesos Rafa
Ni ve ni oye.
ResponderEliminarBesos.
Es cierto, ninguna de las dos cosas.
EliminarBesos
Te luciste con este micro, Veeeeero, Olé, olé y olé.
ResponderEliminarMuchos besanises.
La vida es así, nos quita lo más preciado y nos deja la tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bastante tétrico. Como le gustaba escribir a Julio Florez, aquí en Colombia. Qué bien escribiste este corto cuento, Verónica. No le sobra ni le falta. Un abrazo. carlos
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