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Siempre...
en nuestro camino
una luz nos guía
pero en ocasiones
no la vemos
nuestra ceguera
nos impide ver
su hermosa luz
y sufrimos...
Y llega un día
que advertimos
su presencia
y el dolor
deja de serlo
y nos dirigimos
ya sin miedo
en busca
de nuestro destino.
Y agradecemos
cada nuevo día
cada rayo de sol
y cada flor que olemos.
Verónica O.M.
Precioso.
ResponderEliminarGracias.
EliminarMe alegra te guste.
Besos, feliz semana
Hay un día que se decide seguir adelante y con el valor y la fuerza necesaria.
ResponderEliminarBesos!!!
Encantador poema, cierto, esa luz está pero hay que verla, para ello debemos de mover (en sentido panorámico) los ojos, besines!
ResponderEliminarLo expresaste precioso, Vero! Es increíblemente bello, ese momento en que despertamos a un nuevo existir.
ResponderEliminarMuchos besanises
Suele ocurrirnos en una parte de la vida y ese descubrimiento la divide en antes y después, cambiando nuestro camino. Besicos.
ResponderEliminarSigo sin verla.
ResponderEliminarMe fijaré mejor.
Besos.
Así es amiga Vero, el agradecimiento que vaya siempre por delante, del sol, de la luna, de la tierra, de toda la naturaleza que hace bellos nuestros días, y dejan su huella en un nuevo despertar. Un beso amiga.
ResponderEliminarOjalá desde la escuela nos enseñaran a buscar nuestro destino, a forjarlo
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