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Pasea por el campo y siente la libertad que en la ciudad le está vedada.
El trabajo la absorbe de la mañana a la noche.
Y necesita respirar. Sentirse fuera de la jaula y gritar, gritar, gritar.
Siente el aire en la cara y siente ese bienestar que en la ciudad no percibe igual.
Se siente tan bien que se quedaría allí para siempre.
Debe volver posponiendo el momento. Y Cuándo se va su felicidad se ensombrece. Verónica O.M. |
Que bonito, me ha encantado la poesía y la historia . Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Ester, me alegra te guste.
EliminarUn abrazo 🌹
Me ha ebcantado, Vero. Es tan diferente estar en contacto con la naturaleza, que comprendo a tu protagonista.
ResponderEliminarUn beso de anís.
Gracias, Sara, me alegra te guste y qué bien de esa comprensión. Quizás porque a ti te sucede algo parecido.
EliminarBesos 🌸
El sentirnos como un pájaro libre nos libera de todas esas ataduras y oscuridades de la vida. El sentirnos libres es lo que importa.
ResponderEliminarBesos Vero :)
Es cierto, Nieves.
EliminarEl estado perfecto del ser humano.
Besos 🌹
Cuando los buenos momentos nos acompañan las luces se encienden
ResponderEliminarGrato leerte
Cariños
Gracias, Abu, me pasa lo mismo, ya sabes...
EliminarComparto totalmente tu opinión.
Besos 🌸
Es muy bello. Y muy real.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Amalia, me alegra te guste.
EliminarUn beso 🌼
Hola Verónica.. Cada vez conozco mas gente joven, muy joven que emigra al campo, o la montaña, se acogen a cualquier trabajo aunque no sea el suyo, pero prefieren vivir la vida sosegada, antes del agobio de la gran ciudad..
ResponderEliminarUn abrazo..
Si les gusta hacen muy bien.
EliminarAunque al que le gusta el bullicio allí no encajaría.
Un abrazo
Muy bonito y por desgracia ya no nos ha quedado ni campo; salvo los que viven en esos pueblos pequeños que todavía pueden disfrutar de él. Ahora el asfalto y la ansiedad, nos está comiendo al resto.
ResponderEliminarBesos Verónica.
Tienes toda la razón, Rafa.
EliminarEl progreso trae estas cosas.
Besos
A veces no es posible volver al terruño pues se ha convirtió en pueblo y ahora es una ciudad donde no se camina. Y si vuelves hay muchas personas y cosas que se echarán de menos.
ResponderEliminarAbrazos.
Tienes toda la razón.
EliminarAbrazos
Cuánto absorben las obligaciones laborales, que no dejan espacio para la felicidad. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarQué gran verdad.
EliminarUn abrazo