Su deseo ha sido concedido y costándole un buen pellizco.
Pero al cabo de unas horas... alguien la insulta y ella pega un grito, al darse cuenta de que los efectos han dejado de funcionar y aquel memo la está viendo, sin vestir, ni maquillar.
—Menudo trabajo chapucero.
Verónica O.M.
Qué sorpresa tan desagradable.
ResponderEliminarY ella a sus anchas.
Eliminar:)
Qué pases un buen día.
Vaya fallo inesperado!!.
ResponderEliminarUn beso.
Ja, ja, confiaba demasiado....
EliminarUn beso 🌹
Bueno por allí queda,abrazos.
ResponderEliminarSi, así es, ja, ja.
EliminarAbrazos 🌼
Le terminó el encantamiento.
ResponderEliminarBesos.
Si, amiga, una no se puede confiar.
Eliminar:)
Besos 🌸
Estupendo microrrelato Verónica. Todos hemos tenido esa fantasía alguna vez...
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Fernando.
EliminarProbablemente much@s.
:)
Un abrazo.
Ese es el problema de los ensalmos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSi, aunque ella se dio cuenta tarde.
Eliminar:)
Un abrazo.