Video montado por mi.
La canción nada tiene que ver con el relato, pero me gusta 😃🌸
Una pequeña casa habitada por dos amigos, o eso decían ellos que eran.
Camuflada entre la frondosa maleza y, el lugar, el cementerio.
Muy pocos sabían de ella y de que aquellas personas vivían allí.
Para la gente eran simples trabajadores y deducían que una vez cerrado el Camposanto se iban a sus domicilios.
No tenían miedo y aceptaron aquel trabajo con alegría. Les aportaba tener un techo, vecinos que no molestaban y un buen dinero todos los meses.
Uno u otro abría las grandes y altas puertas de reja. Y andaban por allí por si algún visitante precisara de sus servicios.
De nueve a quince horas y después se cerraba hasta el siguiente día.
Siempre había algo que hacer, pero no, no se quejaban.
La casa no era demasiado amplia, pero, para ellos tenían espacio suficiente. Y aunque el lugar no era el más apropiado, se sentían felices en su nidito de amor.
Eran las diez de la noche, afuera escucharon ruido y murmullos.
—Vamos a sacar a los perros.
Soltaron a dos enormes Dóberman.
—Vámonos de aquí que estos nos comen.
Y aquellos delincuentes corrieron y corrieron... los perros les destrozaron los pantalones y se llevaron un tremendo susto.
La pareja, llamaron a la policía y se los llevaron detenidos.
Entraron en la casa y los perros esperaban su merecido premio.
Si os dais cuenta, los perros del relato solo asustan.
Hacen su trabajo a la perfección y, para lo que han sido enseñados, entrenados o, llamadlo cómo gusteis.
Verónica O.M.
¿Vivían dentro del camposanto donde trabajaban? ¿Llegaron los otros dos a robar? ¿Pero qué hay que se puedan robar allí?. No entiendo, me perdí.
ResponderEliminarBesos
*Cuca tampoco entiende 😊 le pregunté por lo de los Doberman.
Vivían allí mismo.
EliminarEntraron a robar.
Posiblemente joyas o cualquier otra cosa.
Si lees el comentario de Carlos podría sorprenderte...
Ay, Cuca, son unos perros que causan respeto :)
Besos, amiga 🌸
Dos dobermans... claro que asustan, a mí me asustarían si me persiguieran.
ResponderEliminarUn vez me persiguió una jauría de perros y no he pasado más miedo en mi vida. Me salvé por cinco segundos o menos...
Besos.
Y yo también, ja, ja.
EliminarTremendo susto te llevaste.
Besos.
Los más condiciados por los negociantes necrológicos los cadáveres que no sólo los comparan para la pedagogía osea en academias, así sean robados del mismo ementerio, sino para eventos de brujería. Hay un tráfico fludo de estos materiales. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarSi, hay muchas razones para robar y profanar tumbas :(
EliminarUn abrazo, Carlos.
Sí que da miedo.
ResponderEliminarNi siquiera en un lugar así hay tranquilidad.
Un beso.
Y de verdad que si :(
EliminarUn beso, Amalia, buena semana que empieza 🌸
Es da miedito,abrazos.
ResponderEliminarSi, si que lo da :(
EliminarAbrazos, amiga 🌺