El bar necesitaba unos arreglos costosos, pero...
La falta de dinerito era el problema. Así que Emilio tuvo que buscar a un chapuzas para que al establecimiento le diera un lavado de cara.
Y si que se lo dio. Pintó el techo y las paredes. Los goterones mancharon a las sufridas mesas y sillitas que tenían más años que el propio Emilio.
—Qué has hecho? Ya puedes limpiarlo todo o no verás ni un céntimo.
El chapuzas no cobró... pero Emilio tuvo que comprar mobiliario nuevo.
Verónica O.M.
Esa canción ha despertado un recuerdo muy bonito.
ResponderEliminarGracias.
Hay mucho chapuza... en todas partes.
Besos.
Me alegra 👍
EliminarSin gracias :)
En todas partes, si.
Besos, buen domingo.
Pues sucede a veces... hay muchos chapuzas.
ResponderEliminarPocos buenos profesionales.
Un beso.
Feliz mes de Marzo.🪻🌺🌻
Qué gran verdad, Amalia :)
Eliminar👍Feliz mes.
Un beso 🌸
El hombre pintó parejo, pero con todo y mobiliario, jajaja.
ResponderEliminarBesos Vero.🌅
Si, así lo hizo.
Eliminar:)
Besos, Sara 😀
La cara que a pesar de los maquillajes, nunca se arregla. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarNecesitaba más, pero no llegaba el presupuesto :)
EliminarUn abrazo.