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Marchó cabizbajo,
el corazón le dolía
ella no le hizo caso,
cansada de esperar.
Le dijo que había perdido
demasiado el tiempo,
decidiendo que hacer.
Pensó que ella se alegraría,
¡que tonto! tardó una eternidad.
La vio con otro riendo,
cogidos del brazo
se la veía feliz.
lloró por su pérdida
se había quedado sin ella.
Y egoístamente pensó,
con la otra volver.
Verónica
Mentalidad bien masculina.
ResponderEliminarPara Beatriz
ResponderEliminarTienes toda la razón Beatriz, aunque en el otro sexo también ocurre, no sé si menos, más, igual o parecido.
Besos
Bellísimo poema y tristísimo suceso, creo que se fue la felicidad, luego la buscarán toda la vida por no esperar un poco ahora, besos!
ResponderEliminarPara Silvo
ResponderEliminarMe alegra te guste Silvo, muchas gracias.
Pasará seguro lo que dices.
Besos, muy buena noche
Bonito poema y que en la vida real se dan casos de estos, yo creo que hasta muchos más de los que nos imaginamos. El egoísmo tanto en el hombre como en la mujer no son buenos consejeros, ya que el daño que se puede llegar a hacer en la pareja sea irremediable.
ResponderEliminarVerónica espero y deseo que tú hijo se siga recuperando fenomenalmente.
Besos.
Para Rafa Hernández
ResponderEliminarMe alegra te guste Rafa, y estoy completamente de acuerdo contigo en todo cuanto dices.
Mi hijo está mucho mejor, mil gracias por tus buenos deseos.
Besos, feliz noche