Yolanda esperaba a que fuese un poco más tarde para llamar a María. Tenía que decirle algunas cosas. Pero mientras pasaba un tiempo prudencial permanecía estirada encima de su cama.
Escuchó hablar a sus padres, ya se habían levantado. Ella no tenía intención de bajar a desayunar.
Escuchó unos pasos. Aquellos se pararon en su puerta.
-¿Yolanda, puedo entrar? -Era su madre.
Se lo pensó antes de contestar. No le quedaría más remedio que dejarla pasar.
Se lo pensó antes de contestar. No le quedaría más remedio que dejarla pasar.
-Pasa, estoy todavía en la cama.
La mujer entró bastante preocupada, pero intentó que no se le notase demasiado. -¿Estás bien, hija?
Ella no contestó. Pero la miró a los ojos.
La madre no quería agobiarla, así que no volvió a repetir aquella pregunta. -Anda, hija, baja a desayunar. Tu padre nos espera.
-¿Me recriminará?
-No lo hará, ya verás.
-Vayamos entonces.
Yolanda se levantó de la cama y su madre la abrazó. No dijo palabra, no hacía ninguna falta en aquellos momentos.
Bajaron. Allí estaba su padre con el semblante muy serio. Pero el hombre no tenía ninguna intención de pelear.
-Ven aquí, hija.
Yolanda se acercó y se fundieron en un hermoso abrazo. El padre la besó en el pelo.
-Papi, te quiero.
-Yo también a ti y más de lo que puedas imaginar.
Al rato se dispusieron a desayunar. Ninguno tenía demasiado apetito, pero por aquello del saber estar desayunaron como si nada pasase.
Autora Verónica O.M.
Continuará
JEREMY Y YOLANDA 50
Continuará
JEREMY Y YOLANDA 50
La noche anterior en casa de Jeremy...
-¡Nos tenemos que marchar! -Dijo el padre de Carla a su amigo.
-¿Como que os tenéis que marchar? Creí que os quedaríais más días.
-No es posible. Mañana nos vamos, mi hermana nos reclama. No es por nada grave, pero ha surgido un problemilla que debo solventar.
Carla lanzó una mirada extraña a su padre. El hombre se hizo el despistado. Y a ella le entraron ganas de gritarle aunque se contuvo. Su padre jamás la perdonaría si lo dejaba en ridículo ante su amigo y familia. Por él se quedaría más tiempo, pero por ella no debía hacerlo.
Jeremy había escuchado la conversación pero nada dijo. Por fin tendría paz y sin aquella chica tan loca.
Estaba deseando que se marcharan y pensaba que ojalá nunca hubiesen venido. Aunque a su padre le hubiese hecho tan feliz reencontrarse con su amigo de la mili (servicio militar)
Pensó en Yolanda. Y en cuanto se marchasen quedaría con ella.
Al fin podría estar con la chica a la que tanto amaba.
Al fin podría estar con la chica a la que tanto amaba.
Al día siguiente se marcharon. Pero el único que de verdad lo lamentó fue el padre al no haberse enterado de nada de lo que había sucedido. Así lo decidieron madre e hijo.
Autora Verónica O.M.
Continuará
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Que se apure Jeremy porque Yolanda se le va a con la abuela.
ResponderEliminarAdiós Carla, que no te queremos en casa de ese chico.
Besos, Vero 🌸
Se le va, no se yo si querrá verlo.
EliminarNo la queremos, no, qué alivio.
besos, Sara 🌺
Mejor no disgustar al padre, tampoco serviría de nada, ahora a esperar que la parej se reencuentren y aclaren las cosas. Un abrazo
ResponderEliminarPasan por unos momentos difíciles...
EliminarSe reencontrarán, aunque... Ahí lo dejo.
Un abrazo 🌸
Hola guapa , vaya tía más mala la tal Carla , ahora solo falta que Yolanda quiera oír a Jeremy , espero que si lo escuche , me dejas más tranquila si Carla ya no vuelve más , te deseo una feliz noche besos de Flor.
ResponderEliminarHola, guapi, tú eres más joven...
EliminarPor suerte ya se han ido.
Veremos si Yolanda y...
Besos 🌼
A respirar hondo,se fue la chiflada,abrazo.
ResponderEliminarRespiremos ja,ja.
EliminarAbrazos 🌸
Nunca es tarde si la dicha es buena..
ResponderEliminarUn abrazo Verónica..
Te diré otra: lo bueno se hace esperar.
EliminarUn abrazo