La velada la pasaron en armonía.
Los padres se marcharon sobre las ocho de la tarde. No sin antes abrazar y aconsejar a su hija de lo que tenía o no que hacer dado su estado.
Yolanda quedaba al cuidado de la abuela. Ella no permitiría que nada le sucediese.
A mitad de semana...
Jeremy llamó por teléfono a María. Estaba preocupado por Yolanda. Hacía días no tenía noticias de ella.
María no sabía si informarle o no. Su amiga la mataría (es una forma de hablar) si ella era imprudente.
-María. Tú debes saber dónde está.
-No lo sé, Jeremy.
-Lo sabes. No intentes engañarme. A mi no... Por favor, María. Estoy desesperado.
-Lo siento, Jeremy. No puedo decirte nada. Me lo hizo prometer.
A María no le pasó desapercibida su emoción. Al parecer lloraba.
A ella le sabía muy mal. Pero nada podía hacer para consolarlo.
-Iré a su casa. Sus padres me lo tendrán que decir. Así no puedo seguir.
-No lo hagas, Jeremy. No serás bien recibido.
-¿Porqué, María? Nunca les hice ningún mal.
-Está embarazada. Nunca me perdonará por decírtelo.
Antes de asimilar aquella noticia inesperada...
- Quiero verla. Necesito verla. Dime o llévame junto a ella.
-El domingo, Israel y yo iremos a visitarla. Intentaré hablarle de ti.
Y así quedaron. Pero una idea le estaba bailando en su cabezita.
Autora Verónica O.M.
Continuará
JEREMY Y YOLANDA 54
A pesar de estar triste a Yolanda le vino muy bien aquel cambio. Su abuela la agasajaba continuamente y no la dejaba pensar demasiado. Contaba cosas maravillosas de cuando era joven. Podía estarse horas escuchándola sin aburrirse.
La mujer estaba encantada con su compañía. Pero temía que su estancia allí no fuera por largo tiempo.
Algo la avisaba. ¿O sería por la preocupación de que su pequeña marchase?
Yolanda permanecía en la cama. Era muy temprano y no quiso levantarse para no despertar a su abuela. Sabía que tenía el sueño muy ligero.
Miró hacia el techo. Todo su alrededor estaba enmarcado por una antigua y bellísima cornisa pintada de blanco.
Pensó que aquella era la causa de que la habitación pareciese tan bonita. También por los rayos del sol que se filtraban por las rendijas de la persiana.
Su pensamiento de repente tomó otro derrotero.
-Jeremy, mi amor, ya no me quieres y eso me hace muy desgraciada.
Y en otro lugar y habitación. El chico por ella suspiraba.
Pensó muchas veces en lo que le había contado María. ¿Yolanda embarazada? ¿Iba él a ser padre? ¿Porqué ella no se lo dijo? ¿Porqué se marchó? ?A dónde se fue? ¿Sus padres que pensarían de él? ¿De ella?
Autora Verónica O.M.
Continuará
Hola guapa , María tienen que ayudar a Jeremy , si no ira a hablar con los padres de ella , y a lo mejor el padre , lo recibe con una escopeta cargada , dios quiera que eso no pase , esta muy interesante .... Que pasara por la mente de Yolanda , te deseo una feliz noche amiga mía besos de Flor.
ResponderEliminarHola, Flor, Maria le ayudará y al parecer ya está tramando algo.
EliminarSi vas a Me llaman Vero, ya hay otra micro novela y he publicado el primer capitulo, tan solo es de diez. No es del tipo de La mujer y el perro pero quizás te guste.
Besos, cuidate guapa 🌸
Que ganitas de dos capítulos más, tiene que encontrarse y aclarar las cosas. Se lo merecen. Abrazo
ResponderEliminarYa queda poco, Ester, y eso que parecía interminable.
EliminarCuatro entregas más y fin.
María será de gran ayuda.
Abrazos 🌹
Muchas preguntas para resolver,a ver que va pasando,cariños.
ResponderEliminarSon muchas las preguntas que serán contestas muy pronto.
EliminarBesos 🌸
Aquí nos tienes pegadas a la historia. Resulta que María será pieza fundamental. Qué bueno. Porque si no...
ResponderEliminarBesos 🌺🌸🌻
Sara gracias por ello.
EliminarLas verdaderas amigas están...
María es de ese tipo.
Besos 🌹
Espero que todo termine bien.
ResponderEliminarGran historia en donde la amistad puede influir.
Besos
Gracias, Amalia.
EliminarLa amistad influirá y ayudará a que llegue ese final feliz.
Besos 🌹