La mujer estaba sentada en la cama, su cuerpo cubierto con la colcha y hasta la cintura, sus hombros los cubría con una bonita toquilla de color verde claro.
Paul se acercó hasta ella, depositó dos besos en las mejillas de la anciana, que a su vez le correspondió también.
-¡Siéntate, hijo!
Lo hizo en un sillón de cuero de color negro y que estaba situado enfrente de la cama. Lo miraba con muchísimo cariño. Representaba ese hijo que nunca pudo tener, además de serlo de su propio sobrino y de la mejor amiga que había tenido en toda su vida.
-¿Estás enferma? Aunque te he de decir que tienes buena cara.
-No estoy enferma.
Destapó su pierna derecha vendada hasta la rodilla.
Iba vestida con un largo camisón del mismo color que la toquilla y que había subido un poco para enseñarle el vendaje.
-Espero no sea nada grave.
-No lo es, aunque podía haberlo sido. Me resbalé al pisar el suelo que acababa de fregar, me dí tal golpe que me asombro de no haberme roto ni un hueso, aunque me hice heridas, eso si. Ya sabes, hijo, que con la edad no somos ni la sombra de lo que fuimos.
-¿Te duele?
-Ahora, no, porque me tomo unas pastillitas que obran milagros, ya sabes que no me gusta sufrir, supongo que como a cualquiera. ¿Qué te ha traído hasta aquí?
Paul carraspeó antes de contestar a la anciana, que esperaba con interés a que le contase...
Autora Verónica O.M.
Continuará
SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO nº 24
-¿Quien es ella?
Preguntó señalando hacia la puerta dónde la joven acababa de salir.
Preguntó señalando hacia la puerta dónde la joven acababa de salir.
-Don Fermín, el cura, la envió para ayudarme cuándo se enteró de mi caída. Ella ejerce el voluntariado unas cuantas horas a la semana.
Hijo, no me dejó negarme, es más, no me dejó ni hablar, así que tuve que aceptar. Este curita hay que ver lo humano que es y ella es un ángel bajado del cielo.
Hijo, no me dejó negarme, es más, no me dejó ni hablar, así que tuve que aceptar. Este curita hay que ver lo humano que es y ella es un ángel bajado del cielo.
-¡Es guapa!
Lola sonrió.
-Ya es hora de que rehagas tu vida, no puedes estar eternamente solo, una mujercita así te vendría que ni pintada.
-Ya llegará ese momento cuando deba y no hay que forzarlo, Lola.
Con aquellas palabras daba por concluido el tema.
- He venido a preguntarte algunas cosas y supongo me las contestarás.
-Sabía que tarde o temprano llegaría este día, así que dispara...
Autora Verónica O.M.
Continuará
SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 25
Paul estaba un tanto nervioso, sabía que de aquella conversación con Lola muchas de sus dudas dejarían de serlo, aquello a la vez que le interesaba en el fondo le daba un poco de miedo, el saber cosas que quizás lo hiciesen sentir peor de lo que últimamente se sentía, pero aún así...
-No sé por dónde empezar.
-Te ayudaré. ¿Qué quieres exactamente saber?
-Todo lo que deba saber.
-Tu madre ya no está. No es necesario callar por más tiempo esas cosas que siempre debiste saber. Te diré que callé por haberle hecho a ella una promesa.
No falto a ella, lo habíamos pactado así, no abrir la boca mientras ella viviese. La pobre parecía percibir que se iba a ir antes que yo que soy más vieja. Hijo, los designios del de arriba.
Empezaré la historia a grandes rasgos, intuyo que ya sabes algunas cosas, aunque no puedes ubicarlas hasta que yo te explique.
Autora Verónica O.M.
Continuará
SECRETOS ENTERRADOS 26
Lola comenzó a explicarle
con voz suave.
-Tu padre anteriormente estuvo casado con María, una mujer muy bonita y de frágil salud. Cuándo dio a luz a Luisito, empeoró más todavía y en poco tiempo murió. Él quedó desolado y tuvo que dejar a Luisito con sus padres, mi hermano Ángel y Rosa su mujer. Ellos lo criaron.
Un día conoció a tu madre, estaban en la cola de una panadería y según me contaron cruzaron unas palabras. A partir de ahí, cuándo se veían por la calle se saludaban.
Un día, tu padre iba con Luisito, lo llevaba empujando de su carrito, tu madre al verlo se emocionó por la escena tan tierna y más cuando escuchó a alguien decir lo que no sabía, que era viudo.
Al poco tiempo, él le tiró los tejos. Al principio, seguro no estaba enamorado, pero si muy necesitado, pero tu madre si lo estaba de él. Lo aceptó y se fueron a vivir juntos. La boda, la postergaron para cuándo pasara un tiempo, pero nunca llegó a celebrarse.
Buen fin de semana.
La historia ha avanzado...
Continuará
SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 25
Paul estaba un tanto nervioso, sabía que de aquella conversación con Lola muchas de sus dudas dejarían de serlo, aquello a la vez que le interesaba en el fondo le daba un poco de miedo, el saber cosas que quizás lo hiciesen sentir peor de lo que últimamente se sentía, pero aún así...
-No sé por dónde empezar.
-Te ayudaré. ¿Qué quieres exactamente saber?
-Todo lo que deba saber.
-Tu madre ya no está. No es necesario callar por más tiempo esas cosas que siempre debiste saber. Te diré que callé por haberle hecho a ella una promesa.
No falto a ella, lo habíamos pactado así, no abrir la boca mientras ella viviese. La pobre parecía percibir que se iba a ir antes que yo que soy más vieja. Hijo, los designios del de arriba.
Empezaré la historia a grandes rasgos, intuyo que ya sabes algunas cosas, aunque no puedes ubicarlas hasta que yo te explique.
Autora Verónica O.M.
Continuará
SECRETOS ENTERRADOS 26
Lola comenzó a explicarle
con voz suave.
-Tu padre anteriormente estuvo casado con María, una mujer muy bonita y de frágil salud. Cuándo dio a luz a Luisito, empeoró más todavía y en poco tiempo murió. Él quedó desolado y tuvo que dejar a Luisito con sus padres, mi hermano Ángel y Rosa su mujer. Ellos lo criaron.
Un día conoció a tu madre, estaban en la cola de una panadería y según me contaron cruzaron unas palabras. A partir de ahí, cuándo se veían por la calle se saludaban.
Un día, tu padre iba con Luisito, lo llevaba empujando de su carrito, tu madre al verlo se emocionó por la escena tan tierna y más cuando escuchó a alguien decir lo que no sabía, que era viudo.
Al poco tiempo, él le tiró los tejos. Al principio, seguro no estaba enamorado, pero si muy necesitado, pero tu madre si lo estaba de él. Lo aceptó y se fueron a vivir juntos. La boda, la postergaron para cuándo pasara un tiempo, pero nunca llegó a celebrarse.
Luisito volvió a la casa con ellos. Vivieron felices hasta que cumplió tres añitos.
Un día, ella lo dejó un instante en el salón, fue a vigilar la comida que estaba cocinando, Luisito en ese corto espacio de tiempo metió los deditos en un enchufe. ¡Imagína la tragedia! siempre se sintió culpable de aquello.
Un día, ella lo dejó un instante en el salón, fue a vigilar la comida que estaba cocinando, Luisito en ese corto espacio de tiempo metió los deditos en un enchufe. ¡Imagína la tragedia! siempre se sintió culpable de aquello.
Paul no daba crédito a lo que estaba escuchando, sabía que la mujer le estaba confesando la verdad.
-Mi sobrino cambió. Se volvió amargado y hasta perverso con ella y no le quedó más remedio que marchar después de aguantarle mucho.
A los pocos días se dio cuenta de que estaba embarazada y se dijo que nada le diría. Y así fue.
Me hizo prometer que yo tampoco lo hiciese. Pero ya no es necesario seguir callando. Ya ha llegado la hora de que sepa, igual que tú mi querido Paul.
A los pocos días se dio cuenta de que estaba embarazada y se dijo que nada le diría. Y así fue.
Me hizo prometer que yo tampoco lo hiciese. Pero ya no es necesario seguir callando. Ya ha llegado la hora de que sepa, igual que tú mi querido Paul.
-¿Vive mi padre? ¿no sabe que existo?
-¡Así es, querido!
Autora Verónica O.M.
ContinuaráAutora Verónica O.M.
Buen fin de semana.
La historia ha avanzado...
Muy bueno.!!!!
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Bienvenida y gracias.
EliminarBuen fin de semana
Un saludo 🌹
¡Bravo! Que si vive el padre. Esos espíritus no aparecen sin motivos importantes : )
ResponderEliminarVienen capítulos que nadie debemos perdernos, porque... (Yo hago como Lola, cierro la boca, perooo... ayyy, qué difícil es mantener secretos y más cuando intuímos, pero no hay certeza, jejeje)
Abrazo y echo estas 💐 a tu historia, Vero!!!
Gracias, Sara, me ha hecho sonreír tu comentario.
EliminarNo vas desencaminado...
Besos 🌸
Triste confesión.
ResponderEliminarY muy interesante el relato.
Besos.
Si es triste...
EliminarMe alegra te lo parezca, gracias.
Besos🌷
Me quedo en ascuas Verónica, con la imaginación puesta en el encuentro con el padre.
ResponderEliminarBesos de Espíritu sin Nombre.
Gracias, Conchi, pronto sabremos de él.
EliminarYa verás...
Besos 🌼