Paul llegó a la casa de su madre, con el pensamiento de comer algo e ir a abrir la tienda, aunque se lo pensó mejor y se dijo que aquella tarde no abriría, ya que tenía pendiente algo muchísimo más importante para él.
Se lavó las manos en el fregadero y se dispuso a preparar unas patatas fritas y tres trozos de lomo a la plancha.
Comió en la misma cocina y lo hizo rápidamente.
Depositó todo en el fregadero y vertió agua.
Fue hacia la habitación y se vistió de sport.
Quedó contento del resultado.
Le pareció ver, cómo si la sombra pasase rápidamente por la habitación.
El corazón se le aceleró, pero no por miedo, sino porque ya empezaba a entender.
Cuándo quiso darse cuenta, estaba hablando en voz alta.
-Luisito, ya sé que estás conmigo, siento muchísimo lo que te sucedió, me hubiese gustado haber crecido contigo.
La última frase se le quebró en la garganta, emocionado.
El pequeño espíritu también lo estaba, pensó que hubiese sido guay haber tenido un medio hermano como él.
Sonrió y se apostó a su lado rozando el pantalón de Paul con su pequeña mano.
Entonces él, posó su mano derecha en dónde había notado aquel roce y Luisito percibió aquella caricia.
Después, escribió una nota, justificando que la tienda aquella tarde no se abriría.
Y fue hacia allí para ponerla en la puerta...
Autora Verónica O.M.
Continuará
SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 30 novela
Una vez colocada la nota se subió de nuevo al coche.
Y empezó a hacer kilómetros.
Estaba nervioso y a la vez feliz, aquel padre que le hicieron creer que no vivía lo había tenido relativamente cerca. No pretendía juzgar a su madre por haberle ocultado aquello, sin duda sus buenas razones había tenido.
Se desvió de la carretera y se introdujo por un camino de árboles, su calle lucía limpia.
Miró por la ventanilla y aquella era al parecer. Debería buscar el número veinte.
Y sí, allí estaba...
Y sí, allí estaba...
Bajó del coche, a la vez que alguien salía de la vivienda.
Era un hombre mayor, de estatura un poco más baja que la de él, pero de rostro bastante parecido y no le cupo ninguna duda del parentesco que los unía.
El corazón se le aceleró un poco.
El corazón se le aceleró un poco.
El hombre, al verlo se quedó pálido y cómo si hubiese visto un fantasma, se tuvo que apoyar en el marco de la puerta.
Paul se acercó con gesto amable.
-Eres mi padre, estoy seguro.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Hola veronica , por fin encontró a su padre espero que el le pueda aclarar algo de su medio hermano .
ResponderEliminarOye te voy hacer una pregunta por sí a ti te pasa lo mismo que a mi , ¿ tú tienes el escritorio donde ves las entradas y los comentarios , y la lista de lectura la tienes escrita en ingles , es que a mi me sale toda en ingles , y es que tengo estropeado el pc grande ? Besos de flor , ya me dirás como lo tienes vale .
Por fin se encontraron...
EliminarDesde hace unos días me ocurría lo que a ti, pero ya se me ha solucionado, no te preocupes que seguro se te arregla también
Besos 🌹
Gracias cariño por contestar a mi pequeña duda , está pero que muy bien la historia , ojalá se arreglen padre e hijo , y que decir de celeste seguro que es un bomboncito aparte de buena persona . Besos de buenas noche cariño mío , flor ;)
EliminarNo tienes que dármelas...
EliminarSe te arreglará solo igual que a mi.
Me alegra muchísimo te guste, gracias, guapa.
Besos, feliz descanso 🌸
Hola Verónica.. Aquí estoy de nuevo, metido en tus historias siempre sorprendentes, seguramente me he perdido algo estos días pero justo he llegado en un momento crucial. así que me quedo a la espera..
ResponderEliminarUn abrazo..
Gracias, Llorenç.
EliminarUn abrazo
Ya están frente a frente. A tiempo todavía. Qué fuertes son esas situaciones.
ResponderEliminarUn abrazo 🌺
Sara, lo comparto totalmente.
EliminarUn abrazo🌷
Es una emocionante situación.
ResponderEliminarA ver si todo sale bien,
Un beso.
Saldrá todo bien, ya verás...
EliminarUn beso 🌸
Importante encuentro, inesperado desenlace.
ResponderEliminarAmbas cosas, ciertas.
EliminarUn saludo